No hay nada como disfrutar de los más de 600 CV y tracción total de estas bestias en un paraje como los Alpes franceses. ¿Te apuntas?
Reconozco que no soy un gran aficionado de los deportes de nieve. Tan solo he practicado snowboard en un par de ocasiones y de la última hace ya muchos años, por lo que si alguien menciona a los profesionales más destacados ya sea de esta modalidad o del esquí, todo me sonará a chino. Lo mismo sucederá a la hora de ubicar las mejores estaciones tanto a nivel europeo como a nivel mundial. Es una pena, la verdad, ya que me estoy perdiendo algunos enclaves de ensueño que están cargados de belleza, aventuras, diversión, adrenalina y mucho, pero que mucho lujo. En localizaciones de este tipo es habitual encontrarse con hoteles de lo más exclusivos y algunos de los automóviles más opulentos del mercado, unos lugares en los que cualquier Lamborghini, especialmente el Urus, se sentiría como en casa.
Courchevel: un paraje ideal
Así pues, no es de extrañar que nada más recibir la invitación con el sello de Sant’Agata Bolognese a mi correo electrónico, buscara en el mapa la ubicación del lugar elegido por la firma italiana para realizar una jornada de pruebas de la recién ampliada familia Urus. Uno de esos eventos con los que cualquier amante del mundo del motor siempre desea encontrarse ya que no todos los días se vive una experiencia de este tipo y más cuando hablamos de modelos que superan los 600 caballos de potencia, con unas tarifas superiores a los 200.000 euros y con la posibilidad de descubrir su potencial en un entorno digno de ser retratado. Todo sonaba como un cuento de hadas, así que tocaba preparar la maleta y poner rumbo a Courchevel, en plenos Alpes franceses.
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Allí nos esperaba una manada de ejemplares temperamentales, dignos de los mejores espectáculos taurinos, listos para desplegar lo mejor de sí por los gélidos parajes que nos rodean en esta aventura. Afortunadamente, las carreteras están totalmente despejadas del manto blanco que cubre todo el paisaje, lo que nos iba a proporcionar una mayor confianza a la hora de lidiar con los 850 Nm de par máximo que es capaz de liberar el vigoroso motor V8 encargado de dar vida a unos Lamborghini Urus S y Performante dotados de neumáticos de invierno Pirelli Scorpion, sin duda, nuestros mejores aliados para combatir los 12 grados bajo cero que azotan esta preciosa región de los Alpes.
La ruta dibujada por Lamborghini consistía en recorrer unas carreteras sinuosas rodeadas de encanto, primero con una de las dos variantes disponibles, para después realizar el mismo trayecto con la otra. Así, tendríamos la oportunidad de probar estas dos bestias en un entorno que no les resulta del todo extraño, al menos para el Urus S y su modo de conducción para nieve, algo que ya tuvimos el placer de disfrutar el pasado verano, en unas condiciones totalmente diferentes, eso sí, cuando nos pusimos al volante del único representante por entonces del todocamino italiano de altas prestaciones, es decir, el “Urus” a secas.
Urus S: la opción civilizada
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Nuestra elección para el primer trayecto fue un Urus S de color azul, una tonalidad realmente llamativa, aunque no tanto como la deliciosa nota musical del escape. Nada más pulsar el botón de arranque, una reminiscencia se pasa por nuestra mente y es que resulta prácticamente imposible de olvidar el rugido del V8 al cobrar vida, una melodía que solo se ve superada por la del Performante gracias al espectacular escape Akrapovic con el que sale de fábrica. Los aullidos que emite este en los programas más deportivos resuenan por el valle a medida que nos desplazamos en un convoy de lo más llamativo, uno que hace girar las cabezas de todo aquel individuo situado en nuestro camino. Nuestra bestia ocupa el cuarto lugar y solo el intenso tráfico de la mañana hace que nos separemos por momentos, pero nada más pisar el acelerador salimos catapultados en búsqueda de ese hueco perdido en la formación, deleitándonos de nuevo con la maestría del chasis a la hora de devorar las distintas curvas que nos separan del grupo. Incluso en los programas Snow y Strada el V8 consigue dejarnos pegados contra el asiento, con una suspensión más propensa a combatir las diferentes irregularidades del asfalto y una dirección que guía al tren delantero con gran precisión.
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A medida que vamos ganando confianza con la carretera, decidimos liberar un poco toda esa tempestad al seleccionar un modo Sport que no solo cambia la vista del cuadro de instrumentos, sino que también reduce la altura del Urus S, al mismo tiempo que la suspensión se vuelve más dura y el escape, bastante más protagonista. Los fantásticos discos de freno carbocerámicos se ven más exigidos y el tren trasero direccional cobra una mayor relevancia al tener que emplearse a fondo para soportar ese aumento del ritmo. Todo resulta ejemplar. De nuevo, otro recuerdo se nos viene a la mente: esa maestría para superar tramos revirados sin despeinarse, camuflando a la perfección las más de dos toneladas de peso. Tan solo una dirección a la que no le gusta hablar demasiado pone la nota discordante a un paseo helador pero sumamente gratificante.
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Urus Performante: diversión asegurada
Cuando te subes al Lamborghini Urus Performante sientes algo especial. Sabes que estas ante un SUV que poco tiene que ver con esas tres siglas, con una cabina repleta de un Alcantara al que cuesta dejar de acariciar y distintos detalles en color rojo combinados a la perfección con la fibra de carbono encargada de culminar un interior cargado de personalidad. Una vez sitúas el asiento a tu posición de conducción ideal notas como este se siente algo más duro que el del Urus S, ofreciendo un nivel de sujeción lateral que podría haber sido mayor dadas las características del coche. También percibes que vas sentado más bajo y eso se debe a que los muelles se han acortado en 20 milímetros con el objetivo de reducir el centro de gravedad de la bestia italiana. Ahora toca lo mejor: levantar esa pieza de color rojo que cubre el botón al cargo de poner en marcha al enérgico motor V8.
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La dirección pone las cosas muy fáciles pues arroja una precisión a la altura del chasis.
Al echar un vistazo a los modos de conducción descubres que, a diferencia del Urus S, no hay ninguno pensado para la nieve. Eso nos lleva a utilizar el programa Strada mientras nos familiarizamos con las reacciones del Performante. Antes de llegar al tramo de curvas que tanto ansiamos, toca atravesar las calles de los distintos y pintorescos pueblecitos de esta zona de los Alpes, descubriendo a nuestro paso la mayor firmeza de una suspensión que no resulta la más indicada para un uso diario en el que te puedes encontrar todo tipo de baches en tu camino. Este Urus disfruta devorando vías asfaltas en buen estado y, como no, circuitos en los que sacar todo su potencial, aunque ahora le toca lidiar con las gélidas carreteras francesas y con nuestro entusiasmo por descubrir de qué es capaz su optimizado chasis. Recordemos que Lamborghini ha optado por una suspensión semiactiva dotada de muelles más rígidos y unas vías ensanchadas 16 mm delante y 8 detrás. También ha recalibrado la dirección y el eje trasero direccional con el objetivo de ganar en agilidad, manteniendo la ideal solución de vectorizar el par en el tren posterior.
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Una vez dejamos atrás las pintorescas calles de la zona, decidimos que es el mejor momento de activar el modo Sport, y solo este, ya que el Corsa no es el más indicado dado el estado del asfalto. De inmediato, el escape Akrapovic cobra vida y nos regala unos petardazos maravillosos cada vez que levantamos el pie derecho, elevando al instante la experiencia de conducción. Pese a los cambios realizados, se echa en falta que la dirección sea más comunicativa, especialmente en estas condiciones ya que el tren delantero te puede jugar una mala pasada en cualquier momento sin que te des cuenta a través del aro del volante. Sin embargo, el Performante te brinda una enorme confianza incluso en este entorno, demostrándote las ganancias experimentadas a la hora de enfrentarse a las curvas, ya sean rápidas o lentas.
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En las primeras, el coche se siente más eficaz ya que va algo más bajo y su suspensión también presenta un tarado más firme, de manera que la carrocería está mejor controlada y su dirección pone las cosas muy fáciles pues arroja una precisión a la altura del chasis. Dónde más llama la atención el trabajo de todo el conjunto es en los giros más lentos, con unas geometrías optimizadas que permiten al tren delantero ser más incisivo a la hora de buscar el vértice de los mismos. Es una gozada ver, sentir y disfrutar cómo un aparato que pesa la nada despreciable cifra de 2.245 kilos (47 kg menos que el Urus S) se puede comportar de esta manera. El motor no ha experimentado ningún cambio, tampoco le hacía falta, no así una transmisión automática de ocho relaciones con una electrónica revisada, capaz de impulsar a la bestia italiana hasta los 100 km/h en apenas 3,3 segundos. Una locura.
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Lamentablemente, toca llegar al punto de partida y despedirnos de esta criatura, no sin antes probar una de las grandes novedades de esta versión, un modo Rally que pone a trabajar al máximo el nuevo diferencial central Torsen con el objetivo de ofrecer un sobreviraje mucho más marcado. No hay mejor guinda al pastel que ver cómo esta bestia de dos toneladas disfruta realizando unos ‘donuts’ sobre la nieve difíciles de olvidar, unas derrapadas que ponen el broche a una aventura fascinante cargada de fuertes emociones.
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2022: año récord para Lamborghini
El 2022 ha sido el mejor año para la firma de Sant’Agata Bolognese, principalmente por los éxitos cosechados por el Urus. Obviamente, sus hermanos también han contribuido a lograr el récord de ventas para una marca que logró entregar 9.233 automóviles en todo el mundo, lo que representa un aumento del 10% con respecto al ejercicio anterior, mejorando sus resultados tanto en América (+10%) como en Asia (+14%) y la región EMEA (+7%). El Aventador se conformó con 753 unidades matriculadas (misma cifra que en 2021), mientras que el Huracán experimentó un crecimiento del 20% con sus 3.113 matriculaciones. En el primer escalón se sitúa el gran protagonista de nuestra prueba, un Urus del que se vendieron 5.367 ejemplares. Con el modelo que conocimos el pasado verano fuera de los terrenos de juego (el responsable de vender todas esas unidades), ahora todo el peso recae sobre los S y Performante, dos máquinas que nos han demostrado sus sobresalientes cualidades, así que, no hay motivos por los que preocuparse. Además, la familia se reforzará a partir del 2024 con una variante híbrida enchufable que estamos deseando conocer…
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