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Es el único club oficial de Argentina reconocido por Maranello. Entrevista a su presidente, Norberto Bressano.
El Ferrari Club Argentino (FCA) es el único club oficial del Cavallino Rampante en nuestro país reconocido por la marca de Maranello. Fue fundado en 1999 por José Froilán González, que fue uno de los pilotos más queridos por Don Enzo: en 1951, en Silverstone, le dio a la Scuderia su primer triunfo en la Fórmula 1.
El FCA celebró el viernes pasado su almuerzo de fin de año en Pilar, en el garage de la colección privada del contador César Litvin: un histórico socio del Club Porsche Argentina (leer más), que ahora también estrenó la membresía del Cavallino. Litvin no fue el único “flamante socio” que fue agasajado el viernes pasado (ver abajo).
Motor1 Argentina dialogó con el arquitecto Norberto Bressano, presidente del FCA, quien repasó la historia del club y anticipó una primicia: ya están trabajando para volver a realizar un Ferrari Track Day en 2023, abierto al público y con fines solidarios (ver edición 2011).
El diálogo completo con Bressano se reproduce a continuación.
-¿Cómo nació el Ferrari Club Argentino?
-La historia de nuestro club se remonta a 1999, cuando nuestro querido José “Pepe” Froilán González, junto a un grupo de usuarios de la marca, fundaron una Asociación Civil sin fines de lucro, a la se bautizó con el nombre de Ferrari Club Argentino (FCA). Es un club oficial con sede en Maranello y regulaciones de un departamento exclusivo de Ferrari llamado FOC ( Ferrari Owners Clubs), con quienes tenemos directa relación. Nuestra misión es promover eventos, viajes, exposiciones, reuniones sociales y deportivas. Pero, sobre todo, cuidar el prestigio, la historia y el uso del nombre de una marca como Ferrari. Froilán nos abrió las puertas de Maranello siendo el ganador del primer Grand Prix de Formula 1 con una Ferrari, en Silvertone 1951. Eso marcó un hito para la marca y generó una relación con Don Enzo Ferrari, que duró el resto de sus vidas y permitió a la Argentina el privilegio de tener, junto con otros 48 países en el mundo, un Club Oficial con un contrato que nos compromete a la mencionada misión.
-¿Cuántos socios integran hoy el club y cuáles son los autos más destacados que tienen los integrantes?
-Nuestro club cuenta hoy con 58 socios activos. Las condiciones principales para ser socio de nuestro club, enunciadas en varios de los artículos del reglamento, son la de ser poseedor de una Ferrari, y no ser una persona políticamente expuesta o con una opinión pública desfavorable. Somos extremadamente cuidadosos con la selección de nuestros socios, no sólo para cumplir correctamente nuestra misión, sino para lograr lo que somos hoy: una “familia de amigos”, que comparte la pasión que estos autos legendarios tienen y transmiten. Tenemos autos de todas las épocas (o “eras”, como se le dice dentro de la marca), aunque la mayoría son modernos. Sin embargo, contamos también con clásicos que se han ido sumando. Diría que entre los clásicos más destacados se encuentra, por ejemplo, una Ferrari 330 LM (única en el mundo) o una 250 LM (de las que se han hecho muy pocas) hasta los más modernos, como una F50, una Enzo, una F12berlinetta y dos 488 Pista. La diversidad es muy amplia, pero en mi opinión, todos comparten una condición única: son bellos estéticamente y son Ferrari. La cantidad de autos en el FCA es mucho más importante que el número de sus socios, ya que muchos de ellos han tenido la posibilidad de adquirir varios modelos en su colección (en algunos casos la cifra sorprendería, ya que tenemos un socio que tiene nada menos que 54 Ferrari). Eso nos ubica en un lugar único como Club Oficial, por la cantidad y calidad de los ejemplares dentro del club.
-¿En qué consiste la actividad de un club de propietarios de Ferrari? ¿Qué eventos organizan y cuáles son los beneficios para los socios?
-Ferrari acaba de completar un proceso de cambio de importador oficial en Argentina. ¿De qué manera afecta esto al club y cuál es el trato que reciben del nuevo representante, Centro Milano?
-El nuevo representante oficial de Ferrari en Argentina, Centro Milano, es en mi opinión la mejor gestión que nos ha tocado desde que la marca tiene presencia en el país. Son aliados estratégicos de nuestro Club, colaboran con nosotros en todos los aspectos, no sólo en la atención de postventa, que se ejecuta con los standards de la marca como exige Ferrari en el resto del mundo, sino que colaboran con el FCA como nadie antes lo había hecho. Participan en nuestros eventos, envían donaciones de merchandising para que nosotros podamos realizar subastas con fines benéficos, que es otra de las funciones del Club. Nos sentimos apoyados por un grupo serio, con respaldo, que cumple su palabra en todos los aspectos y que ha tomado esta representación no como un negocio inmediato. Lo han hecho con la perspectiva de representar una marca como Ferrari, que exige compromiso a largo plazo.
-¿De qué manera trata la casa matriz del Cavallino Rampante a los socios del Ferrari Club Argentino?
-Tal lo dicho anteriormente, el Ferrari Club Argentino es el club oficial de la marca en nuestro país. Nosotros tenemos firmado un compromiso contractual en el que se nos exige seguir una serie de lineamientos, y para lo cual asistimos -en mi caso lo he hecho varias veces- a reuniones de presidentes de todo el mundo, donde se hace una presentación con el proyecto de Ferrari del año venidero, y se generan intercambios de opiniones en un espacio en Maranello dedicado a nosotros. Este año fuimos invitados a la Finali Mondiali en Imola, que es la competencia monomarca que se desarrolla en tres continentes, para luego tener la reunión en Maranello, donde se nos hospeda y se nos atiende de una manera sin igual. Este año la visita incluyó la inauguración de un nuevo espacio en el circuito de Fiorano, donde se prueban los modelos nuevos y los F1. Hemos recorrido el circuito como copilotos “a fondo”, probando la nueva 296, el último híbrido de la marca, manejados por los pilotos de prueba de Maranello. Eso acompañado por una visita exclusiva al museo y un almuerzo inolvidable. Una experiencia realmente única, compartida con el resto de los presidentes de clubes del mundo, quienes somos los embajadores de la marca en cada uno de nuestros países.
-¿Cómo es ser dueño de una Ferrari en Argentina? ¿Cuáles diría que son los puntos a favor y cuáles lo “no tan a favor”?
-Poseer una Ferrari en nuestro país, diría que tiene todo a favor, exceptuando un detalle. Son autos que hay que saber cómo y cuándo usarlos. La respuesta de la gente es siempre increíblemente positiva. Es un festejo constante. Pero no es un auto, obviamente, para ir al Obelisco. Es para hacer un programa en el que se disfruta ir a comer a un lugar con estacionamiento, porque la gente hace cola para sacarse fotos. Tengo una anécdota divertida con esto: estando en la fila de una autopista para pagar el peaje. Una señora se bajó de su auto en el medio de otra fila, abandonó su auto con la puerta abierta, y corrió entre los autos que venían hasta llegar al mío, para sacarse una foto. ¿La reacción del resto? Los demás automovilistas la aplaudieron. Eso es lo que genera Ferrari: pasión y admiración. Jamás envidia, que es un sentimiento tan triste y negativo. La gente sabe que quienes tenemos una Ferrari, la tenemos porque nos apasionan los autos. Y en Argentina, nuestra tradición deportiva hace que eso sea admirado y respetado. La contra es lo que yo llamo “el costo de la popularidad”. Estar manejando siempre, constantemente, con cinco celulares que te están sacando fotos. Eso exige dos cosas que siempre recomiendo a nuestros socios: manejar con muchísima atención y predicar con el ejemplo. Todo el mundo nos está mirando. Tenemos que ser conductores ejemplares y saber compartir esta pasión. Si te piden que lo aceleres para escuchar el motor (obviamente en punto muerto, en un semáforo) hacelo. No cuesta nada, le das a esa persona una alegría, y es un momento único. Siempre digo que no se trata sólo de “tener una Ferrari”. Se trata también de saber compartirla con todos, sin importar su condición. Es un pequeño momento en el que cumplís un sueño que nosotros, como propietarios, tenemos en el garage. Y para esa persona que te lo pide es un sueño momentáneo que se transforma en un recuerdo. Eso me resulta muy valioso y siempre lo predico.
-El viernes 2 de diciembre, el Ferrari Club Argentino celebró su fiesta de fin de año en Pilar. ¿En qué consistió el evento y cuáles fueron las actividades que realizaron?
-Este último viernes festejamos la despedida del 2022. Fue un año que considero ha sido duro para muchos, y me incluyo, pero que está terminando, con la esperanza que recibamos un 2023 mejor para todos. Armamos un almuerzo en el garage de un socio que tiene una fantástica colección de autos de todas las marcas, y donde hubo fiesta, canto, música de todo tipo y terminamos bailando y brindando con mucha alegría. Desde mi lugar, lo más importante que ocurrió, es que aparte de una rica comida y un divertido sorteo de artículos donados por Centro Milano, también recibimos de parte del importador una serie de objetos valiosos como relojes Ferrari y libros de colección. Esos objetos se subastaron por importantes sumas, que fueron mucho más allá del costo de los objetos en sí mismos. La subasta la realizamos con el fin de donar ese dinero a una institución a la que venimos ayudando desde la pandemia, llamada “Vida Solidaria”. Es un grupo de gente de recursos mucho menores a los nuestros, que se reúne en un pequeño espacio en San Telmo, y que cocina comida que los vecinos salen a repartir para alimentar a gente que está en situación de calle. Estuvimos ahí y hay que ver lo que hacen. Decidimos hace tiempo ayudarlos, lo merecen, y nosotros que tenemos la fortuna que nos brindó el producto de nuestro trabajo, podemos hacerlo. Todos los socios de nuestro club son gente de trabajo con distintas posibilidades económicas, pero compuesto por profesionales, industriales, comerciantes y hasta un socio que es mecánico. Son gente de trabajo. Durante la pandemia, período en el que no podíamos reunirnos, la cuota anual que el club recibe de cada socio para pagar nuestros eventos, nos permitió donar un vehículo utilitario que “Vida Solidaria” necesitaba para la compra de los productos que cocinan para esta gente que tanto lo necesita. Ayudar debe ser una de las misiones más importantes de nuestro club. Devolviendo algo de la suerte que hemos tenido en la vida y que otras personas no tuvieron. Y lo estamos logrando. Algo que me llena de orgullo como presidente de nuestro Ferrari Club Argentino.
-¿Qué planes tiene el club para el año que viene?
-El plan del año que viene es, en principio, visitar en grupo Maranello. Pero hay mucho más. En nuestra última reunión de Presidentes (la primera personal en años luego de la pandemia) tomé contacto y recuperé la excelente relación que tenemos con presidentes de FOC de otros países. Estamos invitados a Retromobile por el Ferrari Club de Francia, también a nos recibirán en Praga para manejar Ferrari la Comisión Directiva del Club de la República Checa, y hasta estamos invitados a un evento muy importante de Ferrari que compartiremos en Tokio, con el Club de Japón, que cuenta en cantidad de socios, con el tercer club más importante del mundo. Estamos también invitados por el FOC of America, el Ferrari Club de Estados Unidos, cuyo presidente, Jim Meek, con quien tengo una amistad, nos ha invitado a varios eventos para el 2023. Pero nunca me olvido de dónde somos: de mi querida Argentina. Estaremos en Autoclásica 2023 con un ejemplar único y vamos por más. El 2023 será un año de muchísima actividad, tratando de recuperar el tiempo perdido en esta pandemia que tanto nos afectó a todos.
-Cuando Froilán González aún estaba con vida se organizó un Ferrari Track Day en el Autódromo de Buenos Aires (ver nota de archivo). Fue un evento abierto al público, que disfrutaron muchos fanáticos del Cavallino. ¿Planean realizar un evento así en algún momento?
Entrevista de C.C.
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El viernes pasado, el Ferrari Club Argentino celebró el fin de año en Pilar.
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El organizador fue el presidente del Ferrari Club Argentino, el arquitecto Norberto Bressano (izquierda). El anfitrión fue el contador César Litvin (derecha, flamante socio del Club Ferrari Argentino y dueño de la única Ferrari 512 BB en Argentina).
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¿Te llamó la atención el Torino? Es una réplica del 380W Número 3 de Nürburgring fabricada por el propio Oreste Berta en Alta Gracia.
La historia de ese auto se publicó acá.
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Toda las fotos y videos de la fiesta de fin de año del Ferrari Club Argentino se pueden ver en la galería de acá abajo.
ADEMÁS
Gracias a San Ferrari
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Los lectores que me conocen desde hace años, saben que mi marca de autos favorita es Ferrari. Es un fanatismo que, a veces, resulta ingrato. En primer lugar, porque los resultados deportivos hace años que no nos acompañan a los tifosi. Y, en segundo lugar, porque todavía no me alcanza para comprarme una.
Sin embargo, eso no empaña la pasión y -desde 16 años, primero en Autoblog Argentina y ahora en Motor1 Argentina- todos los 14 de agosto conmemoramos el día de nuestro Santo Patrono: San Ferrari (ver notas). Es una fecha que nació por iniciativa propia de puro fanático y que, con el tiempo, adoptaron de manera religiosa otros medios colegas de Italia, Estados Unidos y Brasil.
El viernes pasado, el Ferrari Club Argentino tuvo un gesto que me honra: me nombró Socio Honorario del club del Cavallino Rampante, durante el almuerzo de fin de año que se celebró en Pilar.
Agradezco por el reconocimiento al presidente Norberto Bressano, a la Comisión Directiva del FCA y a los socios por esta distinción. ¡Forza Ferrari!
C.C.
El reconocimiento del Ferrari Club Argentino al creador del día de San Ferrari: un “dólar de la suerte” intervenido de manera artística con una Ferrari F40. Es una obra del dibujante Federico Mejuto (@FedeMeju).
En el Instagram del @FerrariClubArg
