Una cuenta bancaria para hacerse con cualquier capricho va de la mano con ser futbolista de élite. Y eso incluye superdeportivos de cientos de miles de euros, si no millones. Kun Agüero no es una excepción, aunque él prefiere “las camionetas”.
El argentino, a nada de poder ver a la albiceleste alzarse campeona en el Mundial de Catar si consigue batir a la Francia de Mbappé, ha rememorado algunos de sus coches en un vídeo que ha subido a su canal de Youtube. Y de nuevo son todo lindezas para su Lamborghini Aventador. Spoiler: no.
Un arrepentimiento muy caro: “Para qué quiero esta mierda”
El caso es que sus compañeros le instaron a “comprarse un coche bueno”, que a él le “chupaba un huevo” pero acabó pasando por el aro porque “le cargaban” con lo de “no tener un buen coche”. Así, suprimer superdeportivo fue un Aston Martin, que escogió por verlo en una película de James Bond de la era Craig. Aún jugaba en España, en el Atlético de Madrid.
El caso es que al bueno del Kun parece que le gusta escoger coche por película que ve. Ya estando en el Manchester City, se atrevió a dar un nuevo paso: Ferrari o Lamborghini fue su diatriba.
Así, en 2015, le entregaron un Aventador en negro mate y con llamativas llantas en naranja, que no era exactamente el traje del de Bruce Wayne en aquella película: para las tonalidades más bien se inspiraron en el de Barris.
El caso es que a Sergio Leonel Agüero no le gustó nada este Lamborghini, así que apenas lo usó mientras estuvo en sus manos. “El coche se movía mucho, rebotaba”, explica, señalando que le pedía ir más rápido. Pero los límites de velocidad de Manchester son los que son. “Para qué quiero esta mierda”.
Finalmente acabó vendiéndolo, y a un precio no muy elevado, pese a que llevaba el cartel de haber pertenecido a una estrella del balompié: 222.000 euros. Se deshizo de él en 2021, cuando puso rumbo al FC Barcelona antes de retirarse prematuramente.
En esta divertida charla, Agüero también comenta con pelos y señales el golpe que tuvo con un camión de basura a los mandos de su Range Rover allá por 2019, dejando parte del lateral y el frontal destrozados, además de la rueda.
Tres mujeres le salvaron de que no le quitaran el carnet de conducir al advertirle de que no se fuera del lugar del accidente, pues tenía prisa por llegar al entrenamiento. Y es que se hubiera traducido en darse a la fuga, como dicta el código de circulación británico.
Pese a aquel incidente, el argentino tiene mucho más cariño al de Jaguar Land Rover que a su ex Aventador. Y a cualquiera de los coches que ha tenido, al parecer.