Carlos Sainz, Ferrari SF21
Se trata de los dos pilotos reserva del equipo italiano en la Fórmula 1 que vuelven a entrenarse con un monoplaza rojo, para recuperar sensaciones con un coche de verdad, ya que ambos han estado ocupados en el simulador y en otros programas de carreras.
Giovinazzi dio un giro a su carrera con el éxito en las 24 Horas de Le Mans en el 499P compartido con Alessandro Pier Guidi y James Calado, mientras que Shwartzman está compitiendo en la GT World Challenge Endurance Cup en un 296 GT3 de AF Corse junto a sus compañeros Nicklas Nielsen y Alessio Rovera.
El SF-21 está siendo seguido en pista por los jóvenes técnicos del equipo de pruebas dirigido por Matteo Togninalli, jefe de los ingenieros en pista en los grandes premios: la oportunidad, por tanto, es buena no sólo para quitar el óxido a los dos pilotos, sino también para desarrollar las segundas líneas del Cavallino que tienen la ambición de convertirse pronto en ingenieros titulares.
La oportunidad también es importante para Shwartzman porque, si bien es un coche de hace dos años y de un reglamento antiguo, el piloto de 23 años será el joven piloto llamado a conducir el SF-23 en las dos sesiones que la FIA reserva a pilotos novatos, repitiendo la experiencia del año pasado.
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