Arturo Orozco Leyva
El plan, de ser así, es una gran noticia para nuestro país. La inversión promedio de una planta de ensamble de automóviles es de alrededor de mil millones de dólares y con un potencial de generar varios miles de empleos directos e indirectos. Si se confirma la noticia, se trataría no solo de sumas importantes de inversión provenientes de China, sino de la llegada al país del mayor fabricante de automóviles eléctricos en el mundo.
Una decisión como esta hace sentido para un fabricante como BYD. A diferencia de otras marcas que importan vehículos en nuestro país, BYD no está obligada a pagar un arancel de 20% en la mayor parte de la oferta que tienen en México, ya que se trata principalmente de vehículos eléctricos (o de nueva energía, como se les conoce en China). Sin embargo, producirlos en China y traerlos a México sí que tiene un costo significativo: tarifas de transporte marítimo que pueden rondar los 500 dólares por vehículo y, lo más importante, un costo de financiamiento de inventario de autos que pueden pasar de 30 a 45 días en el mar, antes de llegar a puertos mexicanos.
Si las dimensiones de la potencial planta en México son cercanas a las de la fábrica en Hungría, se trataría de una capacidad muy por encima de la demanda de autos eléctricos en México, que se prevé será algo mayor a 10 mil unidades comercializadas en 2023. Así, el anuncio de esta planta haría todo el sentido si realmente sirve como puente para comercializar los autos en los Estados Unidos, el gran reto de las marcas chinas.
Si estos supuestos son válidos y BYD decide construir una planta para producir más de 200 mil vehículos anuales, la empresa se encontraría en México con un cluster automotriz muy desarrollado, con acceso a talento y, sobre todo, un cierto desarrollo de conocimiento y experiencia debido a plantas existentes de vehículos eléctricos, como es el caso de Ford, General Motors o JAC. El reto, sin embargo, será no solo construir esta capacidad sino desarrollar y asegurar que buena parte del suministro sea dentro de Norteamérica para así poder cumplir con las reglas de origen que establece el tratado de libre comercio de la región.
La discusión está servida. BYD quizá no sea ni la primera ni la última empresa automotriz china con planes similares de establecerse en México. Lo que ocurra durante este año electoral en Estados Unidos, determinará en buena medida el rumbo de decisiones similares.
Profesor del área de Dirección de Operaciones de IPADE Business School
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.