Los empleados de Apple se acostaron ayer con la mala noticia de que la marca de la manzana cancelaba su programa de desarrollo del coche eléctrico en el que llevaba una década trabajando e invirtiendo millones de dólares. Aunque jamás se supo el nombre oficial detrás de lo que se conocía como ‘Programa Titán’, el supuesto iCar o Apple Car -cómo se le bautizó oficiosamente- supuso un esfuerzo eso: titánico para los de Cupertino, por lo que su retirada sorprendió a los más de 2 .000 empleados que trabajaban en ese proyecto que llevaba en funcionamiento desde el año 2014.
Este habrá sido uno de los esfuerzos más ambicioso de la compañía del iPhone, que llevaba muchísimos millones invertidos en su coche eléctrico. Aunque no se sabe si habrá despidos entre la plantilla involucrada en este programa, Apple si ha comentado que la mayoría de estos trabajadores serán asignados a nuevos proyectos en el campo de la Inteligencia Artificial, según ha adelantado Bloomberg esta madrugada. La noticia ya ha provocado algunas reacciones, como la del mercado bursátil, que ha celebrado que Apple cancele esta aventura y que se centre en sus productos más tradicionales, de manera que las acciones de la compañía han cerrado al alza la jornada, aunque sólo con un 1% de incremento.
La manzana podrida del cesto
El futuro que iba a traer la movilidad eléctrica está más lejos de lo que pensábamos, ya que la demanda del coche eléctrico se está desplomando en los últimos meses, muchas de las firmas que habían hecho grandes apuestas por ese sector están dando marcha atrás, y se ha publicado un informe que dice que los ritmos de crecimiento del 47 por ciento del año pasado se recortan a una cuarta parte este 2024, en el que ese mercado apenas va a crecer un 11 por ciento.
Tesla, que es el principal fabricante de coches eléctricos del mundo, advierte también a los mercados que está cayendo la demanda, y por ello está rebajando los precios de sus coches. En Alemania, el primer mercado para el coche eléctrico de Europa, apuntan que la caída de la demanda este año va a ser del 16 por ciento.
¿Qué está fallando?
Hay una crisis del coche eléctrico, obviamente. Hemos vivido una fiebre que parece que ahora está remitiendo. El alto precio de los modelos más interesantes, y la falta de puntos de recarga en países como España son los principales obstáculos. En nuestro país constan 37.350 puntos de recarga, de los cuales unos 7.000 todavía están inoperativos porque están esperando el permiso burocrático pertinente para poder funcionar.
Los renders futuristas del Apple Car se han quedado en eso, en meros renders.
En España desde que un usuario pide el permiso para instalar un cargador eléctrico hasta que se lo conceden pasan 18 meses, ¡un año y medio! Por no hablar de las dificultades y el tiempo que se necesita para recuperar parte de la compra del vehículo realizada a través de los fracasados planes Moves. Sabíamos que el coche eléctrico es el futuro, seguro. El problema es que pensábamos que era el presente.