El Nissan GT-R ha sobrepasado, con creces, el ciclo de vida medio de cualquier coche. La actual generación del superdeportivo, denominada R35, lleva a la venta desde 2007 y sigue resistiéndose a desaparecer. A la espera de la llegada de un sucesor eléctrico, la marca japonesa ha presentado su puesta al día de cara al año que viene, que podría ser el último.
Como es esperable en un modelo con tanta solera, Nissan ha optado por introducir solo cambios sutiles, no de gran calado, por lo que en términos generales es prácticamente idéntico al automóvil que se ha comercializado en los últimos años.
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El interior se ha ido actualizando en anteriores puestas al día, por lo que no falta una pequeña pantalla central, pero en términos generales sigue siendo un coche muy analógico, con relojes tradicionales en el cuadro de instrumentos y mucha botonería física.
Por lo que respecta a mecánica, también se mantiene intacta. El GT-R R35 sigue confiando en un motor gasolina 3.8 V6 biturbo que desarrolla 573 CV de potencia en su versión estándar y que sube hasta los 608 CV en la Nismo. Ésta, además, cuenta con una puesta a punto específica de chasis.
El futuro de Nissan GT-R
Mucho se ha especulado con cuál será el siguiente paso para ‘Godzilla’, con rumores apuntando a una posible naturaleza híbrida. Sin embargo, parece que irá un paso más allá en materia de electrificación y será un hiperdeportivo eléctrico, como ha adelantado el Nissan Hyper Force.
Del Nissan Hyper Force derivará el primer GT-R eléctrico.
Presentado en el Salón del Automóvil de Japón de 2023, el prototipo lucía una imagen radical, pero lo realmente relevante era su sistema de propulsión, de cero emisiones, con 1.000 kW, es decir, unos 1.350 CV, y tracción integral e-4ORCE.