Lanzado en 2005, el GR-1 tiene un 6.4 V10 de 605 CV y comparte varios elementos con el Cobra Concept y el GT.
En el panorama automovilístico estadounidense, el Shelby Daytona Coupé es una auténtica leyenda. Basado en el Cobra, este superdeportivo se creó en los años 60 con el propósito expreso de competir en igualdad de condiciones con el Ferrari 250 GTO.
No es de extrañar, por tanto, que Ford (que adquirió los derechos comerciales de la marca Shelby en los años 2000) se haya ocupado de producir un digno heredero de este icono del mundo del motor.
Siempre basado en el Cobra
Presentado en el Salón del Automóvil de Detroit de 2005, el Ford Shelby GR-1 es una reedición moderna del Daytona. Gran parte del chasis y la mecánica estaban basados en el Cobra Concept mostrado un año antes, también porque el proyecto GR-1 lo supervisó el mismo director, Manfred Rumpel, y encima estaba desarrollado por la división Ford Advanced Product Creation.
Ford Shelby GR-1 Concept (2005)
Con 4,41 m de largo, 1,89 m de ancho y 1,17 m de alto, este Shelby recuerda la forma de su antepasado, aunque a muchos les recuerde al GT. De hecho, el GR-1 comparte varios componentes mecánicos con el GT (renacido en 2005) pero no el motor.
¿Sueño hecho realidad? Más o menos
Ford Shelby GR-1 Concept, el interior
Permaneció como una pieza única durante 14 años y el GR-1 se hizo realidad en 2019. El pequeño fabricante estadounidense ‘Superformance’ obtuvo el visto bueno de Ford para la producción en serie limitada del concepto a un precio de catálogo de 250.000 dólares (225.000 euros). La única diferencia respecto al prototipo es la presencia de un V8 con más de 750 CV en lugar del V10. Sin embargo, hay poca información sobre el modelo de producción.
En la página web oficial de Superformance, la última actualización está fechada en 2021 y todavía hay un enlace en el que se puede reservar el coche con un depósito de 1.000 dólares. Pero no sabemos si la producción ha comenzado realmente y si se han entregado los primeros coches.