La masificación del uso de autos eléctricos requiere estaciones de recarga en las calles.
En el marco de un programa impulsado por el presidente Joe Biden, el Departamento de Energía anunció un “compromiso condicional para un crédito” a la firma BlueOval SK, la joint venture entre las dos firmas, para construir tres nuevas plantas de baterías para autos en Tennessee y Kentucky.
Biden apoya fuertemente la inversión pública en este tipo de emprendimientos para combatir el calentamiento global e impulsar la industria manufacturera en suelo estadunidense.
El acuerdo, que debe llenar aún varias condiciones antes de concluirse, permitirá financiar la construcción de una usina en Tennessee y dos en Kentucky, operadas por BlueOval SK.
Estos proyectos permitirán crear 5 mil empleos para construirlos y 7 mil 500 después de entrar en producción.
BlueOval SK fue creada en 2022.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Biden impulsa la transición hacia los vehículos eléctricos, con el objetivo de que en 2030 la mitad de los autos nuevos vendidos en el país no produzcan emisiones (eléctricos o a hidrógeno) o las menores posibles (híbridos recargables).
Para reducir su dependencia comercial de otros países y en particular de China, Estados Unidos lanzó varios proyectos de reindustrialización y de inversiones en sectores considerados esenciales, como el de las baterías para vehículos eléctricos.
Para alentar a los fabricantes a instalarse en suelo estadunidense, el gobierno condicionó subvenciones a este sector a la fabricación de parte de los componentes en el país.
El Departamento de Energía había acordado ya en 2022 un crédito similar pero por menor valor, 2 mil 500 millones de dólares, a una joint venture entre GM y LG Energy, llamada Ultium Cells, para construir usinas de celdas de baterías eléctricas en Ohio, Tennessee y Michigan.
srgs
