Europa quiere más bicicletas en la calle y sueña con duplicar en 2030 su uso actual
Se aprecia la necesidad de “emprender acciones concretas encaminadas a integrar debidamente la bicicleta en sus marcos de movilidad urbana, reconociendo al mismo tiempo su potencial para contribuir a una mejor conectividad entre las zonas suburbanas y los centros de las ciudades, en particular a través de las autovías ciclistas”. La Cámara, asimismo, “promueve, con vistas al fomento de la multimodalidad, la generación de sinergias entre la bicicleta y otros modos de transporte, como las que se derivan de poner más plazas a disposición de las bicicletas en el interior de los trenes y de proporcionar más zonas de aparcamiento protegidas para las bicicletas en estaciones y ejes de movilidad”.
Europa “anima a los Estados miembros y a las autoridades locales a aumentar de manera significativa las inversiones en la construcción de infraestructuras ciclistas independientes, con el fin de integrar los programas de bicicletas electrónicas y de uso compartido de bicicletas en las redes de sus planes de movilidad, y de reflejar la condición de la bicicleta como una solución vital de último kilómetro en los nodos urbanos”. Eso sí, recalca que “la planificación de infraestructuras urbanas debe desarrollarse con arreglo a la legislación de la UE en materia de seguridad vial”. Se piden campañas de “sensibilización”, tanto para bicicletas convencionales como eléctricas.
Se enfatiza, además, la conexión del ciclismo con la salud, el turismo y otros sectores. Asimismo, se plantea “garantizar la accesibilidad de las bicicletas para las personas con movilidad reducida, así como a procurar que su uso resulte asequible para los grupos vulnerables”. “El Fondo Social para el Clima y los Fondos Estructurales y de Inversión pueden ayudar a aquellos que se ven más afectados por la ‘pobreza de transporte’ mediante el apoyo a la adquisición de bicicletas o al acceso a servicios para su uso compartido”, se apunta. Y se indica que hay que hacer una extensión equilibrada en la sociedad, que implique a menores, a mujeres y a mayores. En ese sentido, se ve “potencial” en las “bicicletas eléctricas” para “promover el uso de la bicicleta en general”. La Eurocámara anima también “a las empresas y a las organizaciones e instituciones públicas” a que “promuevan la bicicleta mediante iniciativas específicas, como los programas dirigidos a los empleados y la instalación de espacios de estacionamiento para bicicletas suficientes, dotados de cargadores para bicicletas eléctricas, así como la provisión de instalaciones sanitarias adecuadas”.