Con los termómetros marcando temperaturas superiores a los 30 grados. Además de proteger a tu coche del sol y vigilar los problemas con el aire acondicionado, también hay trucos para que el aire acondicionado enfríe de manera adecuada sin que ello suponga un mayor gasto de combustible. Y no sólo eso, también para alargar su vida útil y que pueda empezar a dar fallos en el momento más inadecuado y acabar con el habitáculo convertido en un horno.
Y es que el aire acondicionado afecta al consumo del vehículo. Mientras está encendido, un compresor aspira el gas refrigerante y lo pasa a un condensador, donde se vuelve a estado líquido en un radiador… hasta la válvula de expansión, donde pasa de nuevo a gas y se enfría. Tras enfriar el aire, pasa gracias a un ventilador por las rejillas de los aireadores del salpicadero… y vuelta a empezar.
Y sí, se pierden prestaciones, pero solamente lo notarás en coches con motores pequeños y exigiéndole mucho al aire acondicionado. También es cierto que algunos vehículos modernos optan por desconectar el climatizador si se pisa el pedal a fondo, para no comprometer la seguridad al demandar la máxima potencia.
Antes de entrar
Al arrancar
¿Llegas al coche y descubres que está como un horno? Para ayudar al aire acondicionado a trabajar lo ideal es que durante los primeros minutos circulando procedas a abrir un poco la ventanilla.
Sí, al mismo tiempo que enciendes el climatizador. Como el aire caliente pesa menos que el frío, tiende a ir hacia arriba. De ese modo ayudas a que se vaya y sea sustituido por el frío más rápidamente. Pasado un rato, puedes proceder a cerrarlas.
Ventanillas
A veces, cuando el calor es mucho, bajar las ventanillas no es suficiente para garantizar una temperatura confortable… pero abrirlas renovará el aire caliente del coche, bajando unos grados al habitáculo y haciendo trabajar menos al compresor… gastando menos combustible.
¿Lo has usado en invierno?
Como cualquier componente del coche, que entre en funcionamiento con regularidad es una garantía de que funcione cuando hace falta. Así que no dudes en emplearlo para acciones como desempañar los cristales en invierno. Además de ganar en seguridad (es mucho más rápido ganar visibilidad), te aseguras que que no se estropee por falta de uso.
No forzarlo
Para evitar que el aire acondicionado se estropee también es vital evitar que trabaje al máximo de potencia. En este sentido, recuerda los dos primeros puntos para bajar la temperatura del habitáculo antes de iniciar el camino… y una vez en marcha, sé racional con su uso. Tampoco hay que congelarse. La temperatura ideal en el interior del coche debe estar en torno a los 22 grados. Todo lo que sea bajar de esa temperatura es un gasto de combustible innecesario.