Los dos fabricantes japoneses de MotoGP, Yamaha y Honda, han tenido una difícil campaña 2023, con la primera sumando sólo dos finales en el top 3 en las ocho primeras rondas.
Fabio Quartararo fue tercero en el Gran Premio de las Américas y heredó esa posición en la carrera sprint del GP de Países Bajos tras una penalización por exceder los límites de pista a Brad Binder, de KTM.
Las dificultades a las que se enfrentan Honda y Yamaha han dado lugar a discusiones sobre la posibilidad de resucitar las concesiones para los fabricantes japoneses.
Preguntado tras el GP de Países Bajos si era difícil entender el rendimiento de las fábricas japonesas en MotoGP en estos momentos, Morbidelli dijo: “Desde fuera sí, pero desde dentro es el reflejo exacto de lo que está pasando en cada sesión de pista y en cada carrera, y no nos sorprende”.
“No me atemoriza ver a Yamaha en la última posición de la tabla de constructores”.
“Estoy más centrado y motivado para hacer un mejor trabajo como piloto, para ser consistente, para ser rápido, para extraer el máximo, para ir al límite. Y eso es lo que estamos haciendo”.
Franco Morbidelli, Yamaha Factory Racing
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“En el campeonato de constructores somos últimos, pero en el de equipos somos sextos”.
“Por lo tanto, significa que ambos pilotos están cerca del máximo para traer a casa algunos buenos puntos para el equipo en cada carrera. Pero seguro, y lo sabemos, que la máquina necesita mejorar”.
Su compañero de equipo Quartararo ya ha puesto en duda que Yamaha pueda hacer mucho en su moto de 2023 para salvar su temporada tras el parón veraniego.
Morbidelli tampoco está seguro de lo que hará Yamaha, pero admite que no será “nada grande, seguro”.
El italiano también espera que se aclare su futuro en MotoGP después del receso, y cuando se le preguntó si sabrá dónde correrá para el momento del GP de Gran Bretaña, señaló: “Sí, creo que sí. Espero y creo que sabremos más sobre mi futuro después del parón veraniego”.
