El ingenio no termina cuando se trata, desgraciadamente, de emplearlo para cometer robos y estafas. Algunos son tan simples y tradicionales como el de la lata en los coches… pero sigue funcionando.
No hay semana en la que la Policía no nos alerte sobre algún intento de timo y estafa relacionado con el automóvil. Y, evidentemente, cuando así lo hace es porque tienen resultados y hay que advertir a la población. Lo vemos con frecuencia respecto a falsas multas que intentan realizar engaños masivos online en nombre, falsamente claro, de la DGT. Pero también lo observamos con intentos de robos en coches.
Hace unos días ya te avisamos de que los Mossos d’Esquadra alertaban sobre la técnica de la rueda pinchada, con la que estaban robando a muchos coches en cabinas de peajes. Y lo hemos visto también con la conocida estafa del retrovisor o mediante el uso de inhibidores de frecuencia. Pero esta vez te hablamos hoy de otro truco, en realidad muy antigüo y tradicional que sigue dando resultado a los ladrones.
Así funciona la trampa de la lata
Mediante la técnica del descuido y el despiste para distraer nuestra atención, los ladrones atan al extremo del vehículo una o varias latas de bebida, generalmente de refrescos, mediante un hilo o una cuerda muy fina. Por norma general suelen hacerlo sobre el tubo de escape o la matrícula.
Así, una vez que el conductor (o sea la víctima) arranca el coche comienza a oír unos fuertes ruidos extraños, teniendo la falsa creencia de que algo no funciona bien en el vehículo (se ha soltado el tubo de escape, por ejemplo) o de que algo lleva arrastrando (como es en efecto). Obviamente, la tendencia natural es parar y detener el coche, abrir la puerta y agacharse o ir a la parte trasera del vehículo para comprobar qué está ocurriendo. Y es en ese momento cuando ya has caído en la trampa.
Porque en ese punto es cuando el ladrón, que espera que eso suceda y estaba muy próximo observando la escena, se aproxima al coche, se introduce por otra parte y, o bien roba las pertenencias que puedas tener a la vista sin que prácticamente te des cuenta, o bien mete la marcha y sale a toda velocidad sin cerrar la puerta siquiera robándole el coche. Así de sencillo y así de fácil de caer.
Los consejos de la Policía
Otro consejo es que, tanto si ya crees que te has alejado, como si has decidido no avanzar y directamente bajarte del coche a ver qué sucede, siempre lo hagas con las llaves del coche en la mano y habiéndolo apagado antes. También es conveniente que con el propio mando cierres el coche nada más bajar, ya que así ni siquiera podrán entrar por otra puerta para robarte las pertenencias.