Aleix Espargaró se redimió en el pasado Gran Premio de Gran Bretaña. Tras una primera mitad de temporada en la que ni él ni su compañero de equipo, Maverick Viñales, estaban consiguiendo sacarle verdadero partido a una Aprilia que sin embargo consideraban mejor que la moto de 2022, los de Noale tenían la sensación de que el regreso de las vacaciones, en Silverstone, sí podía darle los frutos perseguidos. Y así fue.
El propio piloto de Granollers ya dijo ante los medios de comunicación tras los entrenamientos del viernes que la RS-GP había recibido mejoras “interesantes”, que serán mayores en el próximo GP de Austria. La situación invitaba a soñar, aunque su clasificación el sábado, duodécimo para las dos carreras del fin de semana, fue un revés. Maverick Viñales apuntó maneras ese mismo día, al ser tercero en la prueba al sprint. Y ya Espargaró fue capaz de rematar la faena el domingo, venciendo la carrera principal.
Hay que remontarse hasta el Gran Premio de Turquía de 2006, la tercera cita de aquella temporada, para encontrar algo igual. En aquella ocasión, fue Marco Melandri quien venció con una Honda del equipo Fortuna con la que había salido en la 14ª plaza. El italiano fue subiendo en la clasificación hasta acabar metido en el grupo de cabeza de carrera junto a Dani Pedrosa, Casey Stoner y Nicky Hayden.
El #33 tomaría la delantera sobre Pedrosa tras una preciosa batalla, pero Stoner pudo con ambos para liderar. El australiano se quedó con Melandri de cara a la última vuelta y parecía favorito a la victoria, pero Melandri se las arregló para batirle en las últimas curvas, la 12 y la 13, para pasar primero por la última, la 14, y enfilar la recta de meta hacia la que fue su tercera victoria en la categoría reina y la segunda en Estambul, donde ya había ganado a finales de 2005.
Esta es la estadística que Espargaró alcanzó en Silverstone, aunque no fue el único dato curioso que dejó el fin de semana. Por ejemplo, con la segunda posición de Pecco Bagnaia, Ducati firmó su 35ª carrera consecutiva con al menos un piloto en el podio, dando cuenta que estamos metidos de lleno en la época de dominio de Borgo Panigale en MotoGP.
Además, como ya contamos, el triunfo del catalán significó que ningún piloto ni fábrica ha conseguido repetir victoria en el circuito desde hace 9 años, por lo que está pasando a ser una tierra de nadie en la categoría reina.