Poco antes de que Saab quebrase en el año 2011, un concesionario de la marca situado en Amiens, en el norte de Francia, tuvo que cerrar. Desde entonces ha permanecido como se dejó, hasta que se hizo viral gracias a un vídeo que se subió a YouTube.
Dos años después de publicarse ese vídeo y de hacernos eco muchos medios de comunicación se ha convertido en víctima de vándalos y ladrones que han alterado el inmaculado estado en el que se encontraba este pequeño trozo de historia del mundo del automóvil.
Lo más parecido a un parque de atracciones para ladrones y vándalos
Así estaba el concesionario en el año 2021. Al Saab 9-5 de la foto le faltan las ruedas y muchas piezas.
A finales de 2021 conocimos la historia de un antiguo concesionario francés de Saab que llevaba más de una década cerrada y permanecía en el mismo estado en el que se dejó, por lo que era lo más parecido a una cápsula del tiempo.
No es que estuviese oculto, pero unos exploradores urbanos se colaron dentro, lo grabaron y subieron el vídeo a YouTube. Enseguida, el vídeo e Gabriel & Corentin se hizo viral y, gracias a ello, muchos supimos de su existencia, pero también los vándalos y ladrones que lo desconocían.
En el interior del concesionario descansan rarezas como este Saab 9-7X que estaba así de entero en 2021.
Suele pasar cuando un sitio como este deja de ser desconocido. Su historia es muy llamativa. Las primeras fotos que tuvieron trascendencia aparecieron en un foro de Saab, luego llegaron los vídeos, las redes sociales y los artículos en prensa.
Después de ver el vídeo y las fotos del concesionario, algunos decidieron visitarlo. Muchos con la intención de ver en primera persona lo que había dentro, probablemente con el máximo respeto y dejando todo como se lo encontraron, pero otros fueron allí con intenciones completamente distintas.
Como se puede ver en el nuevo vídeo de Forgotte Buildings, el concesionario ya no está tan entero. Hay cristales por el sueño, todo está desordenado y muchos coches se han vandalizado o se han convertido en donantes de piezas.
Se han llevado ruedas, pilotos y piezas de sus interiores, tanto de los que estaban en la exposición, como de los que dormían en el taller interior y, por supuesto, de los que había en la calle. A otros les han roto las lunas.
Así está ahora el concesionario.
También da la impresión de que las oficinas han sido saqueadas, de la misma forma que las cajas de recambios que había en el taller. Puede que algunos quisieran llevarse a casa un recuerdo del concesionario, otros necesitarían piezas para su Saab y muchos simplemente se divertirán vandalizando estas instalaciones.
Sea como sea, este trozo de la historia reciente del automóvil no tiene nada que ver con cómo estaba hace tan solo dos años. Y tampoco hay nadie que haya puesto remedio a la situación, parece que sus antiguos dueños han pasado página definitivamente, todavía no sabemos por qué ni en qué circunstancias tuvieron que cerrarlo, aunque sí tenemos claro que lo cerraron poco antes de la quiebra de Saab. Al menos su página web permanece activa y es otra pequeña cápsula del tiempo.
