Muchas veces existe la sensación de que hay una guerra contra el coche. Diversos partidos y asociaciones lo culpan de ser el gran culpable de la contaminación y del cambio climático. Estando de acuerdo o no, la ciudadanía, por lo menos la española, sigue usándolo de manera masiva.
Así, se desprende del Barómetro FESVIAL de Seguridad Vial y Movilidad 2022, realizado por la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL) y Michelin, que en esta edición se ha centrado en las cuestiones básicas de seguridad vial y movilidad en las grandes ciudades.
La seguridad vial nos preocupa poco
Tráfico en Madrid.
Y la principal conclusión es que el coche sigue siendo el medio de transporte urbano preferido por los usuarios. La otra gran conclusión, más preocupante, apunta a que estos mismos usuarios muestran un nivel de preocupación bajo por la seguridad vial.
Tras el automóvil, pero a gran distancia, se sitúa el transporte público (18,8 por ciento), los desplazamientos caminando (8,2 por ciento), la bicicleta o patinete (7,7 por ciento) y la motocicleta o ciclomotor (4,8 por ciento). Lo curioso es que los encuestados se muestran proclives a usar el transporte público o andar para hacer compras o de ocio, pero no tanto para desplazarse a trabajar o estudiar.
Según el ranking de los 10 problemas con los que se encuentran las grandes ciudades planteados en el Barómetro FESVIAL de Seguridad y Movilidad 2022, la seguridad vial ocupa el octavo puesto, por detrás de otros como el estado de limpieza de las calles y de la recogida de basuras. Sin embargo, los problemas de movilidad y accesibilidad son la segunda mayor preocupación, siendo el primero la seguridad ciudadana.
El estudio muestra que las principales ciudades españolas obtienen un aprobado en seguridad vial, con una valoración media de 2,94 puntos sobre 5 en lo que se refiere a usuarios no motorizados (peatones, ciclistas y usuarios de patinetes), y de 3,05 puntos en el caso de los usuarios motorizados.
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El estudio pone de relieve que en el nivel de formación en seguridad vial de los habitantes de las grandes ciudades es donde se han obtenido las puntuaciones más bajas, poniendo de relieve la necesidad de campañas de sensibilización sobre las nuevas formas de movilidad dirigidas a todos los colectivos.