La publicidad exterior de Toyota y BMW está siendo vandalizada por activistas climáticos que denuncian su ecopostureo.
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Los activistas ecologistas continúan su cruzada en favor del clima y de la manera más imaginativa. Si en un principio optaron por vandalizar obras de arte e, incluso, algún que otro deportivo en salones del automóvil, ahora han decidido hacerlo de una manera menos dañina y más original.
«Sus anuncios son engañosos», sostiene Brandalism
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Más de 400 vallas publicitarias y carteles en Inglaterra, Francia, Alemania y Bélgica han sido modificadas durante el fin de semana en un intento de denunciar a Toyota y BMW con motivo del Salón del Automóvil de Bruselas, que se desarrolla en la capital belga.
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Según este grupo ecologista, ambas marcas siguen «invirtiendo fuertemente» en la venta de vehículos contaminantes con motor de combustión y apenas el 0,2 por ciento de los Toyota vendidos era 100×100 eléctrico en 2021.
I designed this poster for a new @BrandalismUK, @SubvertisersInt and @XR_Belgium takeover of 400 advertising spaces in towns and cities across Europe targeting car advertising, polluting SUVs, and in particular Toyota and BMW.#BanFossilAdsb #AdBrake pic.twitter.com/Mv2FZ8D24R
— Spelling Mistakes Cost Lives (@darren_cullen) January 16, 2023
En uno de ellos, vandalizado por Brandalism aparece el presidente de Toyota, Aiko Toyoda, y se puede leer “Sr. Toyota” y con la frase «Anuncios de alto contenido en carbono. El Sr. Toyota dice: ‘Que le den al clima’«.
BMW también es protagonista con un anuncio en el que se dice: «Cuando comprobamos nuestras emisiones, el muñeco de pruebas eres tú».
No es broma: hay un estado de EE.UU. que ha pedido prohibir los coches eléctricos
Esta acción llega meses después de que el grupo de activistas “pirateara” más de 500 vallas publicitarias en toda Europa para criticar el papel que desempeñan los anuncios de las compañías aéreas en el fomento de la contaminación. Las diversas obras de arte satíricas utilizaban nombres y marcas de compañías aéreas para poner de relieve y burlarse del daño que la industria causa al medio ambiente.