Es necesaria cierta claridad, pues de lo contrario se corre el riesgo de falsificar los datos, lo que crearía mucha confusión. El tema es la unidad de potencia Ferrari 066/7: se ha leído repetidamente que la unidad Cavallino diseñada por Wolf Zimmermann en la versión 2023 tendrá unos 30 caballos extra.
¿Es ésta una medida realista, o se han hecho sumas que pueden llevarnos por mal camino, llamando la atención a los comisarios técnicos de la FIA? Recordemos que las unidades de potencia se homologaron en marzo y, salvo problemas de fiabilidad, deben permanecer congeladas hasta finales de 2025. Un aumento de 30 caballos provocarÃa sin duda la reacción de los demás fabricantes, desencadenando un mecanismo muy peligroso en el intento de igualar las prestaciones de los motores.
Al inicio de la temporada 2022, la opinión generalizada era que la unidad de potencia de Ferrari había compensado el déficit de potencia de los años anteriores, demostrando ser, si no la mejor unidad, desde luego estar en línea con Honda y Mercedes.
El Ferrari 2023, cuando se presente, tendrá un motor más potente en unos 15 caballos de potencia
Mattia Binotto había decidido homologar el 066/7 en su versión más potente, aun sabiendo que la unidad no había alcanzado su objetivo de siete grandes premios de vida útil. El antiguo director del equipo del Cavallino había querido tener la unidad de potencia más potente, sabiendo que las normas de la FIA permitirían el desarrollo de piezas frágiles que estaban fallando.
Y así fue, pero ya hemos explicado al inicio del campeonato que Ferrari, consciente de sus debilidades, había configurado el motor con mapeados menos potentes, dejándose en el banco de pruebas unos 15 caballos de fuerza frente al potencial real que el personal dirigido por Enrico Gualtieri era capaz de sacar.
Los acontecimientos de la temporada con las repetidas averías han “aconsejado” a los ingenieros de motores del Cavallino “desinflar” aún más la unidad de potencia para evitar los fallos que han caracterizado la… calurosa temporada de Ferrari.
El delta de rendimiento entre la condición óptima y la potencia real utilizada se ha elevado a unos 30 caballos y, a pesar de ello, Ferrari ha conseguido sellar 12 poles con Charles Leclerc y Carlos Sainz.
Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images
En el GP de Abu Dhabi, tras intervenciones destinadas a buscar la durabilidad de la unidad de potencia, Ferrari volvió a mostrar un motor con prestaciones similares, si no iguales, a las del GP inaugural de Bahréin.
La intervención en la bujía con la precámara que incluye el inyector de combustible (una pieza no congelada, sino libre por reglamento) ha permitido un importante salto adelante, pero en Maranello han trabajado duro para alcanzar en 2023 ese umbral de potencia que sobre el papel sería capaz de expresar la unidad de Zimmermann.
La recuperación, gracias al minucioso desarrollo llevado a cabo en el banco, será por tanto de unos 15 caballos y no de 30 como se ha rumoreado.
No es que sean pocos, al contrario: el monoplaza de 2023, comparado con su antecesor, el F1-75, podrá contar con un “dote” del que nunca ha podido beneficiarse Ferrari durante la pasada temporada.
Se han apagado algunas células que estaban destinadas a trabajar en el banco con el 066/7 para pruebas de resistencia: exigencias de límite presupuestario que entrarán en vigor a partir de principios de 2023 también para los motores, pero además marca la conciencia de haber alcanzado un objetivo tan importante como ambicioso.
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