Ferrari ha cerrado pedidos de su SUV, el nuevo Purosangue. Al menos de momento. La aceptación ha sido tal que se han visto ‘obligados’ a tomar esta medida.
En septiembre de 2022, Ferrari hizo algo que ya se veía venir: introducir en el mercado un súper-SUV. Por supuesto, los entusiastas más enfervorecidos de la marca se echaron las manos a la cabeza al igual que en su día lo hicieron los de Lamborghini con el lanzamiento del Urus y, un poco más atrás, los de Porsche con la presentación del Cayenne. Pero los datos están ahí: Urus, y sobre todo Cayenne, fueron y son rotundos éxitos comerciales. Y lo mismo está pasando con el Ferrari Purosangue tan sólo tres meses después de haberse presentado.
Claro, tengamos en cuenta que, en la propia presentación del Purosangue, hace apenas tres meses, Ferrari comunicó su intención de que este nuevo modelo no copase más del 20% de las ventas totales de la marca, preservando así el más entusiasta y deportivo espíritu de la firma. De tal modo, pronosticando en torno a 13.000 coches vendidos al año con la incorporación del Purosangue a la gama de Maranello, significa que si son fieles a sus palabras no deberían fabricar muchos más de 2.600 Purosangue al año. Y son muchos más los que ya se han encargado.
Así las cosas, no se admiten más pedidos, aunque sí hay una lista de espera para poder comprar tu Purosangue más adelante. Dicha lista es de más de dos años, con lo cual si algún adinerado conductor quiere uno, parece que no habrá impedimentos en que lo tenga, pero no antes de 2025. Como alternativas apenas podemos citar tres: el Lamborghini Urus, el Porsche Cayenne Turbo GT y el Aston Martin DBX707.
¿Cómo es el Ferrari Purosangue?
Su carrocería, de indudable belleza, está construida en acero, aluminio y fibra de carbono. Bajo su capó se halla una excelsa mecánica 6.5 V12 de aspiración atmosférica que desarrolla 725 CV de potencia a 7.750 rpm, así como 716 Nm de par. El Purosangue puede acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos y de 0 a 200 km/h en 10,6 segundos, además de alcanzar 310 km/h de velocidad máxima. La transmisión es automática de doble embrague y ocho velocidades y, en esencia, es la misma que equipan los SF90 y 296 GTB.
Aparte, el Purosangue tiene tracción total, un sistema que deriva del que empleaba el Ferrari FF de 2012, con la caja de cambio en el eje trasero y una caja de transferencia en el tren delantero que recibe la fuerza directamente del cigüeñal, sin pasar por la caja de cambio. Esto, en palabras de la marca, aligera y simplifica mucho el sistema de tracción total. El Purosangue pesa 2.033 kg (distribuidos además en un ecuánime reparto de 49:51), que no es ninguna locura para tratarse de un automóvil de semejante calibre.
