Las marcas automovilísticas chinas han dado comienzo a lo que se conoce como la guerra de los precios, teniendo en cuenta su implantación en el mercado europeo con mucha fuerza, ofreciendo así precios realmente bajos. Muchos hablan de dumping o, lo que es lo mismo, de competencia desleal, y es por esto por lo que Europa, y ahora Estados Unidos, quieren frenar la situación.
BYD, fabricante chino de vehículos eléctricos, recientemente ha solicitado una delegación a Jalisco (México) para estudiar la posibilidad de construir una planta de producción en el estado. Ante esto, la preocupación por la creciente imposición de los fabricantes en occidente está despertando varias alarmas.
Trump hace un llamamiento a Xi Jinping
El expresidente y candidato presidencial del Partido Republicano para 2024, Donald Trump, lanzó una amenaza durante un evento en Ohio a los fabricantes de automóviles chinos, advirtiéndoles de un arancel aún mayor si establecen fábricas en México para evadir los aranceles existentes.
Durante su presidencia, Trump impuso un arancel del 25 por ciento a los automóviles fabricados en China. Asimismo, prometió aumentar los aranceles al 50 por ciento sobre los vehículos fabricados en México en plantas de propiedad china.
“Si me está escuchando, presidente Xi [Jinping] -y usted y yo somos amigos-, él entiende mi manera de negociar. Esas grandes y monstruosas plantas de fabricación de coches que estás construyendo en México ahora mismo… no vas a contratar a estadounidenses y nos vas a vender los coches a nosotros, no”, dijo Trump. “Vamos a poner un arancel del 100% a cada coche que cruce la línea, y no vais a poder vender esos coches si salgo elegido”, añadió.
La Casa Blanca está estudiando la situación
Trump hizo esta afirmación el pasado martes en un acto destinado a movilizar apoyos para el candidato republicano al senado, Bernie Moreno, al que ha respaldado. El ex presidente advirtió de que, si no es reelegido, supondría un desastre para el país y su sector automovilístico, describiéndolo como “un potencial baño de sangre”.
Las declaraciones del candidato presidencial se producen después de que el Gobierno de Biden anunciara que ha encargado al Secretario de Comercio que investigue el riesgo que los vehículos chinos suponen para los conductores estadounidenses y las medidas que puede tomar para proteger a los ciudadanos de él.
Al parecer, la Casa Blanca también está estudiando la posibilidad de ampliar los aranceles para impedir que los vehículos chinos entren en el país a través de México. Para ello, probablemente ampliará los aranceles introducidos por primera vez bajo la administración Trump.
El arancel del 25 por ciento es una gran razón por la que los fabricantes de automóviles chinos no tienen presencia real en el país, como lo hacen en Europa y otros mercados. Sin embargo, los expertos creen que el arancel puede no impedir que los fabricantes de automóviles chinos consideren el mercado por mucho más tiempo.
Mientras que las plantas en México ofrecen una solución potencial para la industria, la recesión económica en China ha llevado a los fabricantes de automóviles a explorar nuevos mercados para mantener su impulso de ventas.
