Diego Alcalá Ponce
Hasta ahora, son pocos los países que han asumido su responsabilidad ante el flagelo del cambio climático. Y aquellos que dicen combatirlo, pero que en realidad solo lo hacen para que no se diga que no están haciendo nada, son los que siguen explotando a su arbitrio los derivados del petróleo. Y es precisamente, ese gran “candado” socioeconómico y político lo que no permitirá que las puertas a la solución de este gran problema mundial que significa el cambio climático, se abran cuanto antes para dar paso a las energías limpias. De hecho, amable lector, a los desastres naturales originados por el cambio climático debido a la emisión de gases de efecto invernadero, se suman el capricho, la irresponsabilidad y la ambición desmedida de los países petroleros que basan todavía su boyante economía en los derivados del petróleo.
Pero, lo extraño y preocupante, es que hasta ahora no existe un bloque de países que se opongan a esa amenaza a la seguridad del planeta. Y tal como ya lo hemos advertido en otras ocasiones, si la sociedad no participa decididamente, y no se impone para frenar este holocausto (casi voluntario), los que, irremediablemente pagarán las consecuencias serán nuestros nietos, bisnietos y los que sigan. Parecerá sensacionalismo, pero esta realidad ya comenzó. Solo será cuestión de unas décadas más y, para entonces…
Innovaciones de la red de intercambios de hidrógeno de Toyota: 1- Creación y almacenamiento seguros de combustibles de hidrógeno en el hogar. 2 -Autenticación digital en base a un teléfono inteligente y aplicación de red para garantizar, tanto la seguridad como el funcionamiento. 3 -Utilización de la energía solar para generar combustible. El sistema incorporaría el uso de esta energía para la creación de combustible de hidrógeno. Toyota señala que un sistema como éste cambiaría las reglas de la competencia y abriría otras posibilidades en el debate entre el hidrógeno y los vehículos eléctricos.
Desde luego que, de lograr la concreción de este gran proyecto, sería de mucho avance en esta larga carrera por encontrar la solución al añejo problema de los combustibles fósiles, pero, además de disponer de una energía limpia, lo más práctico y extraordinario sería recargar el vehículo desde el hogar. Esa sí que sería una verdadera innovación tecnológica.
6 -Acordar la creación de una Comisión Mundial sobre Combustibles Fósiles para construir una base común y autorizada de conocimientos sobre la amenaza sobre los combustibles fósiles para un planeta sano, inclusivo y sostenible y para la prosperidad de todos, y para informar sobre una salida mundial justa de los combustibles fósiles.
7 -Reconocer la necesidad de una mayor transparencia por parte de los gobiernos en relación con la producción pasada y futura de combustibles fósiles, aprovechando las herramientas de información y/o verificación de datos del flamante Registro Mundial de Combustibles Fósiles. Hasta aquí este valioso Tratado, solo deseamos que el grupo proponente no ceje en su empeño por lograr sus propósitos. Desde luego que no es tarea fácil, pero algo se tiene que hacer para, si no evitar, al menos mitigar ese flagelo que ya significa el cambio climático. Continuará…
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