FELIX ROMERO
“Esta edición es especial para nosotros porque a principios de año trabajamos muchísimo para disponer de una unidad del Toyota Hilux T1+ y lo conseguimos. Con él hicimos el Rally de Marruecos y el Andalucía Rally y tuvimos unas sensaciones increíbles. Ahora veremos de qué somos capaces de hacer en un Dakar tan complejo como el de 2023”, señaló Esteve antes de la salida desde el aeropuerto de Barcelona-El Prat.
El de Oliana recalcó que “hay un grupo de 12-13 pilotos que en condiciones normales son más rápidos”. “Y luego hay otros tantos que será con los que estaremos luchando. Un día podemos hacer el 15 y otro, el 29, pero cuando haya una etapa complicada, si estamos acertados y otros no tanto, podemos estar de golpe con Al-Attiyah, Al-Rajhi o Sainz, como vimos en Marruecos. Eso es algo que no podíamos experimentar hasta ahora”, apuntó en declaraciones facilitadas por su equipo.
“La primera parte serán ocho días seguidos con muchísima navegación, donde cobrará importancia el copiloto, y en la segunda, los kilometrajes serán más cortos, pero las medias de velocidad previstas serán de alrededor de 50 km/h, lo que significa dificultad máxima en las dunas y máxima presión para el piloto. Este planteamiento nos gusta”, añadió Esteve.
Además, tampoco olvida otro de los cambios para esta edición. “Los T1 no pararemos a mitad de especial y no tendremos ese pequeño descanso de 15 minutos que teníamos estos últimos años sino que haremos la etapa del tirón, por lo que será importante tener un buen ritmo y no despistarse. Todo esto hace que este Dakar sea muy imprevisible”, remarcó el ilerdense.
El miércoles y el jueves, Isidre Esteve y su copiloto Txema Villalobos probarán el coche durante dos jornadas de ‘shakedown’ para dejarlo listo antes del tradicional paso por el podio de salida, paso previo al inicio del ‘raid’ el 31 de diciembre con un breve prólogo de 11 kilómetros para establecer el orden en el que los participantes empezarán la primera de las 14 etapas.