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El legendario Mercedes-Benz 300 SL debutó hace 70 años

Como "alas de gaviota", el deportivo alemán se convirtió en leyenda, aunque también hubo un roadster...

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Probablemente ningún otro Mercedes-Benz sea tan conocido en todo el mundo como éste: el 300 SL, que pasó a la historia conocido como el ‘Alas de Gaviota’. Ahora, esta leyenda de la marca celebra su 70 cumpleaños. Echamos la vista atrás, para homenajear a la superestrella automovilística de los años 50.

Mercedes-Benz presentó dos nuevos deportivos en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York de 1954. El superdeportivo 300 SL (W 198) y el roadster compacto 190 SL (W 121) entusiasmaron al público. Ambos fueron idea de Maximilian E. Hoffman, importador de Mercedes-Benz para Estados Unidos. El 300 SL, con sus características puertas de ala de gaviota, derivaba del deportivo de carreras del mismo nombre (W 194) de 1952, salió al mercado en 1954 y se convirtió en un deportivo emblemático del siglo.

Galería: Mercedes-Benz 300 SL Coupé (W 198)

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Dos años antes, ya existía un 300 SL: el 12 de marzo de 1952, Mercedes-Benz presentó el 300 SL (W 194), un vehículo puramente de competición. Con él, la marca ganó cuatro de las cinco carreras de la temporada: las carreras de automóviles deportivos de Berna (triple victoria) y de Nürburgring (cuádruple victoria), las 24 Horas de Le Mans (doble victoria) y la III Carrera Panamericana de México (doble victoria). En la Mille Miglia, la primera carrera de la época, terminó segundo y cuarto.

El prototipo de carreras W 194/11 se creó para la temporada de 1953. Dejó de utilizarse debido a los preparativos para la entrada en la Fórmula 1, pero fue un importante paso técnico en el camino hacia los coches de carreras (W 196 R) y los deportivos de carreras (W 196 S) en 1954 y 1955.

El ahorro de peso apenas era posible con el motor y la caja de cambios del W 194, que ya estaba maduro. Los ejes de acero, también tomados del Type 300, pesaban mucho. Esto significaba que sólo se podía ahorrar peso en el bastidor y la carrocería. Otra opción para ser competitivos era encontrar una carrocería lo más aerodinámica posible.

Rudolf Uhlenhaut, jefe de pruebas de turismos de Daimler-Benz en aquella época, retomó su idea de un bastidor tubular ligero, en la que ya había estado trabajando unos años antes. El resultado es un bastidor de celosía tubular ligero y extremadamente resistente a la torsión, fabricado con tubos muy finos ensamblados en triángulos, cuyos elementos tubulares sólo estaban sometidos a compresión y tensión.

El bastidor de celosía tubular pesaba sólo 50 kilogramos y se convirtió en la columna vertebral del W 194. El éxito en cuanto al peso fue espectacular: mientras que un Type 300 S pesaba alrededor de 1.780 kilogramos, el Type 300 SL (W 194) pesaba sólo 1.100 kilogramos.
Además, Uhlenhaut inclinó el motor de seis cilindros en línea, relativamente alto, 50 grados hacia la izquierda durante el montaje, redujo aún más la altura utilizando la lubricación por cárter seco y eliminando así un cárter de aceite como depósito de aceite, y consiguió un capó muy bajo como resultado de estas medidas.

Las puertas, que más tarde se convirtieron en un icono, eran más una necesidad que una intención: para dotar a un bastidor tubular de gran estabilidad, debía ser lo más ancho posible en la zona del habitáculo. En los primeros vehículos, el recorte de las puertas empezó en la línea de cintura. Las puertas, cortadas en el techo, se abrían hacia arriba y recordaban a alas desplegadas, razón por la cual el coche es bautizado como “ala de gaviota” por los americanos y “papillon” (mariposa) por los franceses.

El coupé de carreras Mercedes-Benz 300 SL (W 194) se convirtió en el deportivo de serie, también con la denominación 300 SL, pero con el número de modelo W 198.

Sin embargo, el desarrollo del motor con inyección directa de gasolina, previsto inicialmente para el 300 SL (W 194) y la temporada de carreras de 1953, estaba muy avanzado. Además, el coche, su chasis y el bastidor tubular enrejado habían demostrado su valía en numerosas competiciones en 1952. Esto lo convertía en una base excelente para el producto de serie.

Un modelo de serie también debería ofrecer un maletero razonable. El hecho de que este inmenso acto de equilibrio entre las exigencias de Daimler-Benz y las de Maximilian Hoffman tuviera éxito sigue siendo un pequeño milagro desde la perspectiva actual.

El ingeniero jefe de la época, Karl-Heinz Göschel, fue el responsable de hacer que la inyección directa de gasolina, que en aquel momento aún estaba en pañales, fuera adecuada para el uso diario en un automóvil. Cuando se le pregunta cómo fue posible un logro tan gigantesco, responde secamente: “Trabajábamos día y noche y no teníamos tiempo para reuniones”.

El nuevo 300 SL (W 198) obtuvo una magnífica acogida en Nueva York en febrero de 1954. Tanto si fue por que los aficionados a la tecnología estaban encantados con la inyección directa de gasolina, presentada por primera vez en un motor de cuatro tiempos en un automóvil comercializado, o si fue por las bellas formas que hizo que los asistentes cayeran rendidos ante las seductoras líneas del alas de gaviota, lo cierto es que no se esperaba un vehículo así de Daimler-Benz.

Un deportivo de carreras o de competición, sí, pero un Gran Turismo de gran tamaño que pudiera competir con cualquier coche italiano o británico de su clase… eso era toda una sensación a mediados de la década de 1950. Sólo los datos clave lo dejan claro: 215 CV, una velocidad máxima de hasta 260 km/h dependiendo de la transmisión y un tiempo estándar de 9,3 segundos hasta los 100 km/h. En la modesta Alemania, que soñaba con el VW Escarabajo, el 300 SL era un auténtico cohete.

Sólo se construyeron 1.400 ejemplares del codiciado deportivo con las características puertas abatibles sobre el techo gracias al bastidor tubular. Hoy en día, los vehículos alcanzan precios que superan con creces el millón de euros, dependiendo de la propiedad anterior o de características técnicas especiales. Incluso cuando era nuevo, el 300 SL valía el equivalente a una vivienda unifamiliar.

Galería: Mercedes-Benz 300 SL Roadster (W 198)

19 Fotos el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años el legendario mercedes-benz 300 sl debutó hace 70 años

Sin embargo, enseguida encontró muchos admiradores, especialmente en Estados Unidos: en 17 meses se vendieron 996 ejemplares del Gullwing, 850 de los cuales fueron a parar a EE.UU., es decir, el 85% de la producción de 1954 y 1955. Después, la cuota de exportación a EE.UU. se estabilizó en un nivel inferior. En total, Mercedes-Benz exportó a EE.UU. más de la mitad de todos los modelos 300 SL de la serie W 198 hasta 1963, es decir, exactamente el 51% del total de 1.400 Coupés y 1.858 Roadsters producidos.

El 300 SL Roadster (W 198) sucedió al coupé ‘Alas de Gaviota’ en 1957. Técnicamente, el Roadster se correspondía en gran medida con el Coupé. Sin embargo, modificando las secciones laterales del bastidor tubular, la altura de acceso podía reducirse hasta tal punto que pudieron realizarse puertas normales con bisagras delanteras.

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