El Ford Focus RS es el único que utiliza este tipo de tracción con fines de entretenimiento. Foto: Ford
Los sistemas de tracción en las cuatro ruedas se están popularizando cada día más entre los vehículos deportivos por dos razones, principalmente: la primera es que la potencia que desarrollan sus motores ha comenzado a ser excesiva para ser controlada por un solo eje, ya sea delantero o trasero.
La segunda tiene que ver con las distintas configuraciones que ofrece el control electrónico del sistema de tracción total para mejorar el comportamiento dinámico del auto sin necesidad de recurrir a sistemas 4X4 más complejos.
Foto: Land Rover
De ahí que lo más funcional y apropiado en este tipo de automóviles sea recurrir a sistemas de tracción total conectables, pues los de tracción total permanente incrementan el peso total del coche y el consumo de combustible, pues en ningún momento dejan de mover las cuatro ruedas.
Audi implementó recientemente esta tecnología en la segunda generación de la Q5, una camioneta orgullosamente ensamblada en el estado de Puebla.
Existen de dos tipos de sistemas de tracción integral conectables. El primero es el Haldex (nombre que adopta del fabricante sueco de estos componentes), un dispositivo electromecánico basado en un acoplamiento capaz de conectar el eje trasero cuando el sistema detecte que es necesario (normalmente al iniciar la marcha y en situaciones de pérdida de tracción en las ruedas delanteras).
Este sistema nació en 1998 y actualmente está viviendo su quinta generación, un desarrollo que la compañía inició en 2009 para la plataforma MQB del Grupo Volkswagen que debutó en 2012, y que modelos como el Golf R y el Audi RS3 emplean, aunque con una puesta a punto específica para cada uno de ellos.
Foto: Volkswagen
El segundo es el Twinster, cuyo funcionamiento se rige bajo la conexión y desconexión de las ruedas traseras a través de la presión de aceite que ejercen un par de válvulas a un conjunto de discos, y del que hoy nos ocuparemos en explicar más a fondo su funcionamiento.
El Grupo Volkswagen es uno de los fabricantes de automóviles con mucha experiencia en el tema de la tracción total en compactos deportivos, pues la emplea desde el Audi S3 de 1999.
Otras firmas como Subaru, Porsche, BMW, Ford o Mercedes también tienen experiencia en autos compactos deportivos con tracción total.
ASÍ FUNCIONA
El Twinster está formado por dos componentes principales: los conjuntos de embragues multidisco colocados en cada uno de los semiejes conectados a las ruedas, y la bomba de aceite.
En condiciones de manejo normales el auto funciona sólo con la tracción delantera, sin embargo, tiene la capacidad de conectar el eje trasero cuando iniciamos la marcha desde cero acelerando a fondo, cuando entramos a una curva a buena velocidad y en escenarios de poca adherencia (superficie mojada, con hielo, tierra suelta. etc.).
El proceso comienza en la unidad de transmisión de potencia que está situada junto a la caja de velocidades, y cuyo trabajo es enviar hasta un 70 por ciento del torque al eje trasero, conservando el 30 restante para las ruedas delanteras. Dicho torque llega a la unidad de potencia trasera a través de un eje de transmisión, donde la recibe un engrane o corona principal conectada a los dos conjuntos de embragues, uno por cada semieje.
Entonces, la electrónica del sistema actúa sobre la bomba de aceite y las dos electroválvulas para hacer patinar los embragues mediante la variación de presión de dicho fluido a los discos, regulando así la cantidad de torque destinado a cada rueda, basándose en la recolección de datos como el ángulo de giro de la dirección, variaciones en la velocidad del coche, aceleración lateral, fuerzas G, entre otros, todo en un intervalo de 100 veces por segundo.
Y esto es precisamente lo interesante del sistema Twinster, hace patinar los embragues de cada rueda de forma progresiva y asimétrica, por lo que además, funciona como un control vectorial de torque.
En resumen, la principal cualidad del Twinster es que proporciona mayor presencia al eje trasero de tal forma que el comportamiento del auto resulte más ágil, dinámico y divertido, y por supuesto, ofrecer una gran capacidad de tracción sobre superficies deslizantes o con poca adherencia; lo mejor para las marcas automotrices es que el Twinster requiere un menor costo de fabricación y es mucho más ligero que otros sistemas de tracción integral.
El Ford Focus RS de última generación es el primer automóvil deportivo que utiliza el Twinster con fines de diversión gracias al modo de manejo Drift, que permite realizar derrapadas espectaculares con un control mucho más sencillo del sobreviraje, y cuyo descubrimiento, según Tyrone Johnson, el ingeniero que estuvo al mando del desarrollo del RS mientras la tracción era puesta a punto.
Foto: Ford Focus RS
El Twinster fue diseñado por la compañía GKN Driveline, el mayor fabricante de juntas homocinéticas a nivel mundial (partes que permiten que un semieje transmita torque a una rueda, aunque la dirección esté girando).
GKN Driveline es una división que forma parte del grupo GKN, que también se encarga del desarrollo de transmisiones, componentes de tracción total y sistemas de propulsión eléctrica.
EL ORIGEN
Los Range Rover Evoque y Discovery Sport fueron los primeros vehículos en utilizar el sistema de tracción integral Twinster, pero con un software configurado para el off-road.
