- Un interior bastante irreprochable
- Diésel, pero también ECO
- En marcha, justo lo esperado
- Fotos del Volvo XC60 B4
Conducimos el Volvo XC60 B4 diésel, un SUV de 4,69 metros de largo, dotado de un maletero de casi 500 litros y propulsado por un motor de 197 CV dotado de cambio automático de 8 velocidades y microhibridación.
Esta variante del Volvo XC60 está disponible desde 53.100 euros. Sin embargo, las unidades de prensa suelen venir muy equipadas, y el ejemplar en concreto que hemos probado cuenta con tracción total y el paquete de equipamiento Ultimate, valorado en 14.000 euros y que incluye prácticamente todo lo que un coche puede llevar, desde el techo solar panorámico al Head Un Display y pasando por el climatizador de cuatro zonas, los cuatro asientos calefactados, los faros led con alumbrado dinámico o un completo paquete de asistentes a la conducción.
Un interior bastante irreprochable
Por dentro, el XC60 destaca por los excelentes materiales y ajustes, la buena ergonomía del interior y detalles como el cuidado diseño de los sticks del volante o la instrumentación digital, que no es tan versátil como un Virtual Cockpit de Audi pero que proporciona toda la información necesaria de manera clara y eficaz. En la pantalla central vertical, que podría ser un poco más amplia, encontraremos ilustraciones y animaciones que nos recordarán al sistema operativo Android.
Diésel, pero también ECO
El motivo por el que el XC60 dispone de la pegatina ECO (que nos permite, por ejemplo, entrar en Madrid 360) es que esta mecánica cuenta con una micro hibridación eléctrica a 48 voltios. Se trata de un pequeño motor eléctrico, de 14 CV de potencia, que recupera energía durante las fases de retención y frenada y la emplea tanto para arrancar el motor a la hora de iniciar la marcha (algo que hace impecablemente) como para asistirle durante las fases de aceleración (un proceso bastante imperceptible y que contribuye a un funcionamiento más suave del motor diésel).
En marcha, justo lo esperado
Por supuesto, y como siempre ocurre con los motores diésel, tenemos que recordar que se trata de una clase de mecánica ideal para quien vaya a recorrer bastantes kilómetros; en el entorno de los 30.000 anuales. Por debajo de esa cifra, es probable que los inconvenientes asociados al ruido, las vibraciones y la mayor complejidad mecánica superen a la ventaja derivada del ahorro de combustible.
Fotos del Volvo XC60 B4
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Este tipo de vías son ideales para hacer uso del control de crucero con asistente de atascos y delegar, en el propio vehículo, gran parte de la carga mental de la conducción. Es un sistema que funciona bastante bien, controlando la dirección con autoridad y sin realizar correcciones excesivas.
Tampoco hay ningún problema a la hora de rodar a ritmos más elevados, aunque aumenta el sonido procedente del motor y comienzan a ponerse de manifiesto los 1.900 kilos de peso, así como la ausencia de unas levas en el volante. Los movimientos de la carrocería están muy bien contenidos, pero la actitud es predominantemente subviradora y es una clase de conducción que mina la elegancia natural del XC60.
Finalmente, y aunque no resulta muy relevante, cabe recordar que, como todos los Volvo actuales, la velocidad máxima de este XC60 está limitada a 180 km/h… de manera que no nos debemos de asustar si vemos que la aguja se estanca en esa cifra a la hora de circular, acelerando a fondo, en una autopista alemana.