La otrora firma de alto rendimiento de Volvo se independiza para convertirse en un fabricante Premium de vehículos eléctricos. Este Polestar 2 es su estreno y tiene, como muchos, a Tesla entre ceja y ceja.
- Rivales del Polestar 2
- Diseño: Herencia Volvo
- Interior: Minimalista
- Motor: Tienes de sobra
- Comportamiento: Prima el confort
- Equipamiento: Necesita ser completado
- Consumo: Sensible al gasto
Seguro que si escuchas el nombre de Polestar la primera marca que te viene a la cabeza sea Volvo. No vas mal desencaminado porque hasta hace bien poco era la firma de altas prestaciones de la sueca, encargada de sacar el máximo rendimiento a sus modelos en algo similar a lo que hacen Audi Sport, Mercedes-AMG, BMW M o SVO en Jaguar–Land Rover. Ahora bien, desde la entrada de Geely como parte del accionariado de Volvo, el objetivo es diversificar al máximo los productos y así es como Polestar se ha convertido en una marca independiente, como ya hicieron DS de Citroën o más recientemente Cupra de Seat. Su aterrizaje se produjo hace escasamente dos años y como comprobamos recientemente con la apertura de su segundo Polestar Space, la firma Premium sueca no está sino en un momento dulce.
Para segur escalando en posiciones y, sobre todo, derrocar a firmas históricas, Polestar irá ampliando su gama con la llegada de nuevos modelos aunque de todos ellos el encargado de marcar el camino ha sido el Polestar 2 que aquí os traemos justo antes de que la firma sueca lo actualizase algunas semanas. Posteriormente llegarán los Polestar 3, un SUV que comparte base con el próximo Volvo EX90, así como los Polestar 4, 5 y 6, los dos últimos basados en el Precept concept que pudimos descubrir en la inauguración del comentado Polestar Space.
Rivales del Polestar 2
La llegada del Polestar 2 no hace sino alimentar de modelos un segmento que hasta ahora ha estado dominado por una marca joven como Tesla y su Model 3. La berlina californiana fue la más vendida dentro del segmento eléctrico en el 2022 con una clara ventaja sobre sus competidores. La buena imagen de marca unida a una mejora en la calidad y a la perfecta gestión energética aderezado con gadgets tecnológicos que siempre atraen al consumidor, han provocado que el coto de las berlinas eléctricas sea cosa de la firma de Elon Musk.
Sin embargo, en los últimos tiempos han surgido ya rivales de fabricantes más centenarios como son BMW con el i4 o Mercedes-Benz con el EQE, ambos con conceptos diferenciados pero el mismo objetivo que el Polestar 2, ser la nueva referencia. Una categoría que además se irá incrementando con la llegada de otros modelos como el Audi A6 e-tron Sportback que lo hará durante el 2024.
Nuestra valoración: 7,8
Diseño 8
Motor 8
Comportamiento 8
Interior 8
Equipamiento 8
Consumos 7
- Diseño exterior
- Calidad interior
- Rendimiento
Mejorable
- Consumo elevado
- Dependencia de la pantalla central
- Habitabilidad trasera
Diseño: Herencia Volvo
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Hablar del Polestar 2 es hacerlo de una berlina media, de 4,60 metros largo por 1,86 de ancho y 1.48 de alto. Estéticamente ofrece un diseño con empaque, con unas formas cuadradas y robustas sin perder el toque deportivo gracias a la ligera caída del techo en el pilar C. Dado que los crossover son tendencia, este Polestar 2 también tiene un guiño gracias a las protecciones plásticas de sus pasos de rueda. Todo ello está entremezclado con una fuerte herencia de Volvo tal y como se observa en las luces diurnas con forma de martillo de Thor o, sin salir de los grupos ópticos, con una zona trasera que además de tener la ya característica tira, esta se extiende hacia los lados en forma de C. La pintura que estáis viendo en esta unidad se denomina Snow, es metalizada, cuesta 1.000 euros y es una de las pocas opciones disponibles en el modelo. En el caso de optar por las versiones Performance se añaden ciertos toques en naranja que enfatizan su deportividad.
Interior: Minimalista
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En el interior ocurre algo similar ya que el Polestar 2 luce un aspecto similar al de los últimos Volvo como se observa en un cuadro digital que es poco configurable así como en una pantalla central de 11,2 pulgadas orientada verticalmente que se convierte en el cerebro de operaciones hasta el punto de se prescinde de los comandos físicos a excepción del volumen. Su funcionamiento es rápido e intuitivo incluso en marcha y eso se consigue porque lleva incrustado el sistema operativo Android Automotive. Ello implica que se puede manejar como un Smartphone y que incluye la descarga de aplicaciones que nos son familiares a todos como Google Maps, Google Play o Spotify, entre otros. Lo malo que para llegar de un menú a otro es algo engorroso así como intentar buscar los datos relativos al consumo y batería restante, o los modos de conducción.
En cuanto al maletero lo mejor es hablar en plural porque como muchos eléctricos tiene dos. Al trasero se accede con mediante un portón con función manos libres que deja un hueco de 405 litros con unas formas regulares y bastante profundidad. Además, tiene un práctico soporte que se levanta para evitar que las maletas se muevan y un doble fondo con un hueco bastante profundo que puede sujetarse mediante una barra. El delantero se encuentra bajo el capó y cubica 41 litros que es perfecto para guardar los cables de carga e incluso colocar una bolsa de deporte.
Motor: Tienes de sobra
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Si bien con la actualización recientemente presentada Polestar ha aumentado el rendimiento de muchos de sus motores, en esta prueba nos hemos centrado en el motor que quizá sea el más razonable: hablamos del Polestar 2 con un único motor que entrega 170 kW (231 CV) y 330 Nm que son enviados a las ruedas delanteras (en la actualización se ha cambiado a las posteriores). Acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos mientras que la punta de velocidad es de 160 km.
En marcha le nota algo perezoso porque el conjunto excede las 2 toneladas de peso pero cuando coge velocidad es una versión más que razonable. No hay modos de conducción a escoger aunque a través de la pantalla sí podemos elegir el tipo de dureza que queremos en la dirección así como la intensidad del sistema de regeneración de la frenada.
Comportamiento: Prima el confort
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Si tuviera que elegirlo para un escenario sería sin duda para circular por carretera porque la suspensión filtra perfectamente las irregularidades a lo que suma esos asientos confortables. En carreteras reviradas se nota que hay un buen reparto de pesos y que la capacidad de tracción es buena pese a recibir las ruedas delanteras toda la fuerza (tiende lógicamente a subvirar). Para intentar incrementar un poco las sensaciones puedes seleccionar un modo Sport del sistema de tracción que permite juguetear un poco con el conjunto.
En cuanto a los diferentes programas de retención de la frenada en función de cuál elijas los cambios son notables sobre todo en los niveles más altos llegando a realizar una conducción de un solo pedal. Respecto a la seguridad, no hay peros aunque la mayoría de asistentes está incluido en el paquete lite que cuesta 2.500 euros y que resulta imprescindible.
Equipamiento: Necesita ser completado
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A la hora de elegir este Polestar 2 has de saber que no hay una gama de acabados. La realidad es que la berlina sueca está bien dotada de inicio con, entre otros, faros LED, sensores de lluvia y luces, climatizador bizona, pantalla de 11 pulgadas y cuadro digital, cámara de 360º o un amplísimo elenco de asistentes a la conducción. En cuanto a las opciones disponibles deja la pintura metalizada, las llantas de 20” o los paquetes Pilot Pack con faros Píxel LED, el Plus Pack con asientos sostenibles y equipo de sonido Harman Kardon o el Performance Pack que suma más rendimiento. Respecto al precio de esta versión arranca en los 55.600 euros que son 2.700 euros más que el Standard Range.
Consumo: Sensible al gasto
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Unido a que por potencia este Polestar 2 Single Motor ya va sobrado lo cierto es que tendrás un producto redondo si lo asocias con el término Long Range (largo recorrido en español) que implica equipar la batería más capaz de toda la gama: 78 kWh brutos. Ello le permite homologar una autonomía de 551 kilómetros. Sin embargo la realidad es bien distinta y a no ser que abuses del entorno urbano no vas a llegar a cubrir más de 450 km y eso siempre y cuando te muevas en los 19 kWh/100 km, algo que tendrás que conseguir con mucho tiento. Porque la batería es muy sensible al ‘peso’ del acelerador y en nada te pondrás a rodar en 22 kWh/100 lo que reducirá a menos de 400 km el rango. Para cargarlo, el Polestar 2 admite tomas en corriente continua de 155 kW y en alterna hasta de 22 kW.
