NOTICIAS

Un V12 de carreras bajo el capó de un SUV: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

Actualmente, la gama SUV de BMW cuenta con numerosos integrantes en su catálogo. Identificados con la letra X en su nombre, se cubren todas las numeraciones del uno al siete en sus modelos, con los pares dedicados a las carrocerías de corte cupé y los impares coronados por un BMW X7 de enormes dimensiones. Como colofón de todos ellos, el BMW XM se sitúa en la parte más alta de la gama, sobre todo en términos de prestaciones, como no podía ser de otro modo, puesto que se trata del primer modelo exclusivo de la división deportiva alemana tras el BMW M1 de 1978.

Las opciones deportivas de estos aparatos, por contradictorio que pueda sonar este apelativo al combinarlo con el concepto SUV, también son muy abundantes. Casi todos estos modelos cuentan con una versión que incluye la M de la división deportiva de la marca alemana en su denominación. A día de hoy, dejando de lado al BMW XM, la referencia en cuanto a potencia en este aspecto la marcan los BMW X5 y X6 M Competition, que entregan hasta 625 CV de potencia extraídos de su propulsor de ocho cilindros en uve.

Sin embargo, allá por 1999, la marca bávara se adentraba por primera vez en la fabricación de este tipo de automóviles con su X5 de primera generación, con código E53. Y también en esta generación debemos buscar al precursor de las versiones deportivas de estos modelos, aunque se trata de un prototipo que nunca llegó a producción. Nos referimos al BMW X5 Le Mans que protagoniza este artículo, creado hace ya más de veinte años, en un momento en el que ignorábamos por completo hasta qué punto los fabricantes podrían sacar tajada de comercializar este tipo de automóviles de gran tamaño y mayor rendimiento.

Con el proyecto del BMW X5 Le Mans, los ingenieros de la marca bávara pretendían explorar los límites prácticos de su recientemente lanzado primer SUV

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

Casi el doble de potencia que el BMW X5 E53 más capaz

Este primer SUV de BMW —SAV, en su particular diccionario—, presentado en Detroit en 1999 y desarrollado gracias a los conocimientos técnicos tomados de Land Rover tras su adquisición por parte de los bávaros en esa última década del pasado siglo, contaba con una gama de motorizaciones relativamente amplia. El tope en cuanto a prestaciones lo establecería la versión 4.8is, producida solo durante los dos últimos años de su vida comercial, entre 2004 y 2006. Su V8, con código interno N62, entregaba 360 CV y 500 Nm de par, para lanzar desde parado hasta los 100 km/h a esta mole de 2.275 kg en tan solo 6,1 segundos.

Pero en el Salón del Automóvil de Ginebra del año 2000, BMW presentó una unidad del X5 que prácticamente doblaba la potencia que declararía posteriormente el mencionado X5 4.8is. Se trataba del BMW X5 Le Mans, que incorporaba en su vano motor el propulsor con el que la marca había triunfado un año antes en las 24 horas de Le Mans, con su BMW V12 LMR, aunque ya era una mecánica laureada anteriormente, puesto que triunfó en esa misma carrera en 1995, en ese caso, en las tripas del McLaren F1 GTR. Con código interno P75, este motor atmosférico de doce cilindros en uve y 6,1 litros de cilindrada entregaba unos 580 CV en el prototipo de competición. Tras su trasplante al SUV de BMW, la cifra se elevó hasta los 720 CV, acompañados de 700 Nm de par. Este incremento se consiguió gracias a que no había que cumplir con ningún tipo de restricción para su admisión impuesto por reglamento alguno, y a que además se instaló un nuevo sistema de escape.

El impulsor de este vehículo único fue Albert Biermann, quien terminaría siendo vicepresidente de BMW M antes de mudarse en años recientes a Hyundai para dar forma a sus modelos N. Su intención era “explorar y mostrar en la práctica dónde están realmente los límites absolutos del X5”, y desde luego que estableció un hito que casi no ha sido superado a día de hoy, aunque haya sido ampliamente imitado. Con esos 720 CV de potencia y una caja de cambios manual de seis velocidades, este BMW X5 Le Mans era capaz de acelerar hasta 100 km/h desde parado en solo 4,7 segundos, y sus 2.130 kg de peso podían alcanzar hasta 278 km/h de velocidad máxima.

Hasta 278 km/h podía alcanzar este SUV de 2.130 kg… hasta que lo pusieron en manos de Hans Joachim Stuck sobre el asfalto del circuito de Nürburgring

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

Un récord en Nürburgring apenas superado a día de hoy

Bueno, esa era su velocidad máxima en el momento de su presentación al público. Y es que, poco después, Hans Joachim Stuck fue el encargado de rodar en Nürburgring a los mandos de este modelo, donde estableció un tiempo por vuelta estratosférico para un vehículo de estas características, así como una nueva marca para su velocidad punta. Empleó 7 min 49 s en dar una vuelta completa a la sección norte del circuito alemán, durante la cual alcanzó los 311 km/h.

Bien es cierto que, para acometer este reto, el BMW X5 Le Mans experimentó una serie de modificaciones, como por ejemplo, la retirada de los asientos destinados a acomodar a los pasajeros para aligerar un tanto su peso. En este sentido, cabe apuntar que los ingenieros de BMW consiguieron un reparto casi perfecto de masas entre cada eje, con un 51 % sobre las ruedas delanteras. Además, las suspensiones también eran específicas de esta versión, puesto que instalaron muelles más duros y la altura libre al suelo de su carrocería fue rebajada en 30 mm.

Los 7’49’’ que tardó en dar una vuelta completa al anillo norte del circuito alemán sigue siendo una marca más que digna a día de hoy, mejor que la establecida por el Lamborghini Gallardo de la época, por ejemplo

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

Otras modificaciones implementadas en este prototipo son bien visibles en su aspecto exterior, comenzando por el nuevo capó delantero, de fibra de carbono y con una contundente abertura en la parte delantera para permitir una mejor refrigeración de su motor. Los paragolpes fueron rediseñados, con el de la parte trasera que deja ver dos salidas de escape en la zona central. También los pasos de rueda y los faldones laterales son específicos de esta versión y le dan a este BMW X5 Le Mans una imagen muy poderosa. En cuanto a las llantas, aunque en Ginebra se mostró con otras diferentes, finalmente lleva instaladas unas BBS Le Mans de 20 pulgadas, las cuales montaron neumáticos de medida 315/35 en cada eje para su incursión en el circuito de Nürburgring.

En el interior, aunque inicialmente, durante su puesta de largo en la septuagésima edición del Salón de Ginebra, conservaba una configuración prácticamente indistinguible del modelo de serie, actualmente solo encontramos, como decíamos, el baquet del asiento del piloto, firmado por Recaro. Además de algunas pegatinas avisando, en idioma alemán, de que carece de airbags y que su piloto debe conducirlo ataviado con un casco, este BMW X5 Le Mans incluye en su salpicadero algunos indicadores sacados directamente del BMW M5 coetáneo de este SUV, el E39.

Su buena marca en Nürburgring estuvo motivada, además de por su extraordinario propulsor, por un sistema de suspensiones renovado, que reducía en 30 mm la altura libre al suelo de su carrocería

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

BMW X5 Le Mans bmw-x5-le-mans

Prestaciones sin casi parangón

Por desgracia, este BMW X5 Le Mans no se transformó en ningún modelo de producción. De hecho, nunca un X5 de producción ha montado un propulsor de doce cilindros en uve, y aún tuvimos que esperar algunos años, concretamente hasta 2009, para que la marca bávara comercializase un BMW X5 con la M en su nomenclatura. En aquel entonces, ya con la segunda generación del SUV alemán, se empleó un V8 de 4,5 litros de cilindrada que entregaba 555 CV, para igualar los 4,7 segundos en el 0 a 100 km/h que declaró en su momento el BMW X5 Le Mans.

Eso sí, su tiempo en Nürburgring marcó un antes y un después para muchos fabricantes, que emplearían más de una década en conseguir producir un modelo que desbancase a este BMW X5 Le Mans del primer puesto de la tabla de tiempos de este famoso circuito en el segmento de los SUV. A día de hoy, es el Porsche Cayenne Turbo GT el que ostenta este privilegio, después de haber marcado 7 min 38,9 s en junio de 2021, tan solo diez segundos más rápido que el protagonista de este artículo.

El actual líder entre los SUV de la tabla de tiempos en el Infierno Verde alemán es el Porsche Cayenne Turbo GT, que empleó tan solo diez segundos menos que el BMW X5 Le Mans en dar una vuelta completa a este circuito

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

El iniciador de una estirpe

En términos de potencia, dentro del universo SUV de BMW tan solo el XM Label Red declara una cifra superior, con 748 CV extraídos de un sistema de propulsión electrificado. Como apuntábamos al inicio, el BMW X5 actual tiene su tope de gama en cuanto a prestaciones en la versión M Competition, cuyo V8 turboalimentado entrega 625 CV. Bien es cierto que las prestaciones de este modelo, con 3,9 segundos en el 0 a 100 km/h, superan las del BMW X5 Le Mans, pero también lo es que han pasado ya 23 años desde la creación de este último. En la competencia, modelos como el Lamborghini Urus Performante, con 666 CV, o el Bentley Bentayga Speed, también con 12 cilindros, aunque en W, y 635 CV, tan solo se acercan a las cifras del BMW X5 Le Mans.

El Aston Martin DBX 707, con 707 CV y próximo a su comercialización, superará los 700 CV de nuestro protagonista, pero está por ver todavía hasta qué punto será capaz de marcar un tiempo por vuelta en Nürburgring claramente inferior al que Hans Joachim Stuck consiguió a bordo del X5 Le Mans. Sea como sea, esta versión del primer SAV de BMW jamás perderá su condición de precursor del fenómeno de los SUV de altísimas prestaciones.

un v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelosun v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelosun v12 de carreras bajo el capó de un suv: así se sentaron las bases de las versiones más prestacionales de estos modelos

FOTOS

TOP STORIES

Top List in the World