Los semáforos son señales luminosas que regulan la circulación de vehículos, bicicletas y peatones. Con sus tres pantallas y sus tres colores (verde, rojo y ámbar) indican quién puede seguir con su marcha y quién debe detenerse. Las cosas se complican cuando pasan de indicar tres órdenes a mostrar hasta 16.
La polémica, sin embargo, no reside ahí: está en uno de los sistemas empleados para regular el tráfico de bicicletas. Se trata de un semáforo ubicado en el cruce de la ronda Sant Pere y la calle Méndez Núñez. Cuando llegan a este punto, los ciclistas tienen tres opciones: seguir recto, girar a la derecha o hacerlo a la izquierda.
Maniobras que deben llevar a cabo siguiendo las instrucciones tradicionales de un semáforo: verde para circular, rojo para detener la marcha y ámbar para ceder el paso. En las indicaciones para los ciclistas, este tono indica que se puede circular, aunque la prioridad es del peatón que está cruzando por el paso de cebra.
Dos señales en el mismo punto
Cada semáforo tiene ocho pantallas: tres en la fila superior que, con flechas, indican las direcciones, otros tres en la del medio y dos más en la inferior en las que aparece el icono de una bicicleta. Estas cinco luces son las que se tiñen de verde, rojo o ámbar. Es decir, en total hay seis direcciones y diez órdenes.
Des d'aquesta tarda ja es pot circular en #bicibcn per un nou tram de #carrilbici a la ronda de Sant Pere entre el carrer de Girona i la plaça Urquinaona. #Aramateix s'estan retirant les tanques d'obra i destapant els semàfors. pic.twitter.com/SdUxFc4RQ4
— En bici x Barcelona (@EnbicixBCN) May 11, 2023
El semáforo cumple la normativa
El consistorio ha asegurado a La Vanguardia, además, que, como todos los que se instalan en la ciudad, el semáforo cumple la normativa. Sin embargo, el manual que rige el diseño de los carriles bici recomienda que se instalen únicamente los semáforos y señales que sean necesarios y que su presencia sea mínima.