Si el Porsche 911 puede hacerlo, el más camaleónico de los deportivos asequibles no tenía excusa.
Cuando hace diez años Akio Toyoda nos presentó el primer Toyota GT86 recalcó que, más que un deportivo asequible, quería que fuese un ‘lienzo en blanco’ plenamente abierto a la personalización y las preparaciones, a fin de que cualquier entusiasta pudiera transformarlo en el coche de sus sueños.
“Dígase y hágase” y ahora, a la vuelta de los tiempos, efectivamente el GT86 posee una vasta comunidad de fans que ha creado sobre esta base propuestas de lo más audaz y personal.
Propulsión a chorro de arena
En uno de sus últimos viajes por el mundo, el conocido canal Supercars of London ha encontrado en Dubai a Alois, un joven propietario de lo que él mismo ha denominado ‘GT86 Safari’, un GT86 con una preparación enfocada al disfrute fuera del asfalto.
Supercars of London / YouTube
Claro que ser un pionero tiene sus dificultades. Según cuenta el mismo Alois en el vídeo, tuvo que fabricarse por su cuenta unos muelles de suspensión más largos que le permitieran aumentar la altura libre del coche al suelo. Esto ha hecho posible también montar llantas más pequeñas y neumáticos de tipo ‘all terrain’, que siguen siendo cómodos en carretera y también divertidos entre las dunas.
Supercars of London / YouTube
Lo curioso (pero coherente) de este GT86 Safari es que conserva la mecánica de estricta serie. Así, sin mejoras ni potenciaciones exhorbitadas, nos encontramos con el disfrute suficiente de sus 200 CV de potencia originales. Ante todo, la fiabilidad es clave cuando no queremos que nuestra aventura por el desierto termine mal.
Diego García Especializado entusiasta en motor, competición, historia y técnica del automóvil.
