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Todo lo que tienes que saber acerca de los coches de hidrógeno

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Todo lo que tienes que saber acerca de los coches de hidrógeno

Aunque el coche eléctrico abarca la mayoría de primeras planas en la carrera hacia la movilidad del futuro, lo cierto es que muchos son los fabricantes que están trabajando en el desarrollo de tecnologías alternativas no solo al motor de combustión interna tradicional, sino también al propio vehículo eléctrico. Una de estas alternativas de la que hablamos son los coches de hidrógeno, una solución de movilidad aún en una fase temprana de desarrollo, pero de la que ya puedes incluso comprar vehículos nuevos.

En este artículo vamos a tratar de explicar todos los aspectos básicos que debes conocer acerca del coche hidrógeno y su tecnología. Hablaremos de cómo funciona este tipo de sistema de propulsión, de cuál es su autonomía y cómo se realizan los repostajes, de cuáles son los precios de estos coches y de los principales hándicaps a los que se enfrenta esta tecnología y que impide que termine de despegar.

Así funcionan los coches de hidrógeno

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coches de hidrogeno

Un coche de hidrógeno es aquel que emplea el hidrógeno (H2) como fuente de energía. Este tipo de vehículos son, en esencia, coches eléctricos que obtienen la energía para alimentar a sus motores a través de una pila de combustible de hidrógeno. Nada tienen que ver con los motores de hidrógeno, que son una tecnología aún en una fase más embrionaria que emplean este elemento químico como combustible, actuando como si se tratara de gasolina o diésel en un motor de combustión interna.

En un coche de hidrógeno, encontramos componentes como una celda de combustible de hidrógeno, uno o varios motores eléctricos, una batería y unos tanques donde se almacena el H2. El sistema de propulsión no obtiene la electricidad que se almacena en la batería enchufándose a un cargador como un coche eléctrico, sino que la obtiene a través de la pila de combustible mediante una reacción química.

Toyota está compitiendo con un Corolla de hidrógeno y un GR86 con combustible carbono neutral

La celda cuenta con una membrana intercambiadora de protones que se ubica entre un electrodo positivo (cátodo) y uno negativo (ánodo). Cuando el hidrógeno llega al ánodo y el oxígeno al cátodo, las moléculas de hidrógeno se descomponen en protones (H+) electrones a través de una reacción electroquímica en el catalizador, que habitualmente es de platino.

Estos protones (H+) atraviesan la membrana hasta el cátodo, y los electrones son conducidos hasta un circuito externo para alimentar el motor eléctrico, como explican desde El Economista. Posteriormente, los protones, electrones y moléculas de oxígeno se combinan en el cátodo para generar agua, que se expulsa al exterior a través del tubo de escape, lo que lo convierte en las únicas emisiones que produce un coche de hidrógeno.

Repostaje y autonomía

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La batería en un coche de hidrógeno no tiene demasiada capacidad energética (es similar a la de un híbrido no enchufable), por lo que está equipado con una serie de tanques cilíndricos (entre 3 o 4) presurizados a 700 atmósferas de presión donde se almacena el hidrógeno que se puede repostar en una hidrogenera. Por consiguiente, un vehículo de pila de combustible de hidrógeno puede generar la suficiente electricidad como para alimentar en el momento al motor eléctrico, sin necesidad de recargar una batería y sin el riesgo de quedarse sin carga.

El repostaje de los tanques de hidrógeno, que tienen una capacidad combinada de alrededor de 150 litros, se puede realizar en aproximadamente 5 minutos, lo que es equivalente a llenar el depósito de gasolina o diésel de un coche convencional.

Como resultado, los dos únicos coches de hidrógeno que se venden en España tienen una autonomía homologada de unos 650 kilómetros por carga. Además, estos vehículos se benefician de algunas tecnologías para aumentar la autonomía de los coches eléctricos, como es la frenada regenerativa o la retención de inercias.

Por otro lado, los coches de hidrógeno son tan eficientes como los eléctricos, o incluso más dependiendo del método de obtención del hidrógeno. Existen tres tipos de hidrógeno catalogados de menos limpio a más:

  • Hidrógeno gris: es el que se produce empleando gas natural, que lo hace el más económico, pero también el menos sostenible.
  • Hidrógeno azul: se obtiene a través de combustibles fósiles, pero con la capacidad de capturar y almacenar las emisiones de CO2.
  • Hidrógeno verde: es el que se obtiene a través de energías renovables con bajas emisiones, como la eólica y la solar.

Precios y distintivo ambiental

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¿Cuánto cuesta el kilogramo de hidrógeno? Actualmente, el precio medio de este elemento químico usado como fuente de energía es de unos 10 euros/kg. Un coche de hidrógeno requiere de unos 0,8 kg de hidrógeno para recorrer 100 kilómetros, lo que se podría traducir como 8 euros/100 km. Esto significa que con los precios actuales de los carburantes es más económico que el diésel y la gasolina.

Sin embargo, no existen alternativas para obtener hidrógeno más barato, algo que sí sucede en los coches eléctricos que, empleando tarifas reducidas y planificando a conciencia las recargas se puede obtener una media de 1-2€/100 kilómetros con relativa facilidad. Por el contrario, el coche eléctrico necesita mucho más tiempo para cargar su batería y ofrecer el 100% de su autonomía.

Por otro lado, encontramos los precios de los coches de hidrógeno. Actualmente, solo se venden dos en España: el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai. Estos modelos tienen un precio de 72.850 euros y 68.900 euros, respectivamente, aunque se pueden obtener descuentos accediendo a las ayudas oficiales del Plan Moves III.

Y en cuanto al distintivo ambiental que concede la Dirección General de Tráfico a los coches de hidrógeno, este tipo de vehículos está categorizado como Cero Emisiones, al igual que los eléctricos puros, por lo que se benefician de todas las ventajas y no cuentan con restricciones de movilidad y/o acceso a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de Madrid y Barcelona. Tampoco en los municipios de más de 50.000 habitantes que tendrán que disponer de sus propias ZBE a partir del próximo 1 de enero de 2023.

¿Por qué no termina de arrancar la tecnología del coche de hidrógeno?

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Podemos identificar varios factores que actúan como freno en la comercialización de este tipo de vehículos. Uno de los principales es el acceso y la disponibilidad de hidrogeneras. En España, a día de hoy, solo hay 6 estaciones de repostaje de hidrógeno localizadas en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Huesca, Madrid, Sevilla y Zaragoza. De esas 6, tan solo 3 ofrecen venta al público.

Tampoco favorece la venta de coches de hidrógeno el precio de este elemento químico (10 euros/kg) o la oferta de modelos disponibles en el mercado que, además, tienen precios aún muy elevados. Una muestra de ello es que, entre enero y octubre de 2022 solo se han matriculado tres unidades del Toyota Mirai (prueba) en España.

Aun así, varios son ya los fabricantes que han puesto el foco de atención en el coche de pila de combustible de hidrógeno como alternativa al vehículo eléctrico puro y ya están trabajando en el desarrollo de una tecnología que apuesta por implantarse de forma sólida y estable en las próximas décadas dentro del sector de la automoción.

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