En la India, Tata es la compañía más grande de todas las que habitan en el país. Un holding empresarial que reúne numerosas actividades y compañías secundarias. En 2008, la empresa se hizo con el control de las marcas Jaguar y Land Rover tras comprárselas a Ford. Desde entonces, los fabricantes ingleses han renovado toda su gama de productos y miran al futuro con una gran presencia electrificada. Ante ese nuevo horizonte, Tata ya piensa en levantar una gran fábrica de baterías en Europa que sea capaz de alimentar tanto a Jaguar como a Land Rover en su senda eléctrica.
En Jaguar-Land Rover no quieren depender de terceros para alimentar sus líneas de montaje. Ante el incierto panorama en el que vivimos desde el estallido de la pandemia de la COVID-19, las marcas han aprendido la lección y buscan autoabastecerse de productos. Primero, la plataforma y, segundo, las baterías. Tal y como ha confirmado el propio director financiero de Tata Motors, PB Balaji, la intención de la compañía india es levantar una gran fábrica de baterías en Europa para las gamas eléctricas de Jaguar y Land Rover. Por el momento, no se ha pronunciado sobre dónde podría estar localizada la fábrica o si podría establecerse algún acuerdo con un productor ya presente.
Jaguar trabaja en la plataforma Panthera que se empleará en todos sus modelos eléctricos.
Por su parte, Land Rover sí que ha presentado varios productos recientemente. Los Range Rover y Range Rover Sport ya están en el mercado con una importante presencia eléctrica, aunque, por características evidentes, las plataformas no pueden ser aprovechadas por sus colegas de Coventry. El siguiente paso es la electrificación total de ambas compañías. Tata tiene la intención de convertir a Jaguar en una marca 100% eléctrica en 2025, mientras que un año antes, en 2024, asistiremos al lanzamiento del primer Land Rover movido exclusivamente por baterías.