Un alto cargo de Stellantis ha anunciado el cese de producción de motores de combustión térmica. El gigante franco-italiano no está dispuesto a invertir en tecnologías para superar la exigente norma de emisiones Euro 7 que entrará en vigor en 2027, dando todo el protagonismo a los coches eléctricos.
La mayor parte de los fabricantes ya ha anunciado su transformación en marcas de coches eléctricos, explotando la combustión tradicional hasta principios de la próxima década, aunque una gran parte de las marcas ya ha avisado de que este radical cambio comenzará a partir de la segunda mitad de la presente década. Los anuncios se sucedieron a raíz de la prohibición de vender coches con motores de combustión a partir de 2035, una decisión en la que también se prohíben los híbridos y los enchufables.
Sin embargo, hay un detalle más a tener en cuenta y es que la futura norma de emisiones Euro 7, que se está debatiendo y aún no se ha aprobado pues cuenta con importantes enmiendas que la harán mucho más estricta de lo inicialmente planeado, lo que ha ocasionado que algunas marcas se piensen seriamente si invertir en las tecnologías necesarias para superar los exigentes límites o no. Mientras las alemanas apuestan por ello, los de Stellantis no, por lo que sus ventas de coches nuevos a partir de 2027 serán de cero emisiones.
Stellantis adelantará el despliegue de coches eléctricos de 2035 a 2030
Davide Mele, vicepresidente senior de asuntos corporativos de Stellantis Italia, ha anunciado que el gigante abandonará la combustión tradicional en 2027, cuando está previsto que la nueva norma de emisiones entre en vigor. En unas declaraciones a la agencia de prensa italiana «ANSA», Mele ha señalado que el grupo abandonará los motores de gasolina y diésel, implicando también en esta medida a los modelos alimentados con GLP y a los híbridos.
Y de lo que no se librará ninguna de las marcas del grupo, afectando a todos los modelos de marcas Abarth, Alfa Romeo, FIAT, Lancia, Maserati, Jeep, DS, Citroën, Opel -la subsidiaria británica de Vauxhall- y Peugeot. El alto cargo de Stellantis ha explicado el motivo de esta decisión, porque hay un trasfondo detrás. En esta línea, Mele lo ha justificado señalando que «Los costes de esta transformación tecnológica son altos, un 50% más para el mismo segmento, y se requieren enormes inversiones para enfrentar este desafío».
El italiano, que también se ha referido al cambio en el formato de la movilidad apuntando que «la transición a los coches eléctricos se ha abordado al revés», ha añadido que «Aceptamos la transición pero no olvidemos que existe una legislación Euro 7 que obliga a las empresas a invertir en el motor de combustión interna que morirá en 2035. Entonces, si realmente observamos el razonamiento que estamos haciendo, en 2027 ya será un año en el que morirá el motor de combustión interna. Desde este punto de vista estamos pidiendo una revisión de la euro 7», un hecho que no tiene pinta de que la Unión Europea vaya a aceptar.
