A pesar de lo poco convencional del vehículo elegido, la conversión de este Chevrolet Camaro incluye todo lo necesario para vivir en él: de hecho, dispone de una cocina, una cama individual y electrodomésticos que funcionan con energía solar. Y todo por unos 1.400 euros.
Arslan, un estadounidense de Nueva Jersey, ahora vive en su Camaro de quinta generación (2010-2015) y, como era de esperar, la distribución interior 2+2 se ha revisado para adaptarla a su nueva función.
Una conversión con imaginación
El asiento del pasajero delantero ha desaparecido, al igual que la banqueta trasera, para liberar el máximo espacio posible. Aun así, además del asiento del conductor, hay un asiento extra en el panel de madera contrachapado y hecho a medida, que funciona como sala de estar para una sola persona.
Esta es la cocina, ubicada en el espacio del copiloto.
Todos los dispositivos electrónicos, incluidos el portátil, la cocina y las luces con soporte magnético, se alimentan de una central eléctrica portátil EcoFlow. Esta última obtiene su energía de los paneles solares de 200 vatios montados en el techo del vehículo.
Además del limitado espacio para la cabeza, un inconveniente importante es el tamaño del hueco del panel de madera, que dificulta bastante la entrada y salida, y hace imposible que quepa una persona algo más grande.
Interior de la autocaravana adaptada al Chevrolet Camaro.
Por último, en el habitáculo hay numerosos compartimentos para guardar objetos personales y ropa, y una manta eléctrica se encarga de la calefacción.
El proceso, en YouTube
Arslan detalló el proceso en su canal de YouTube, llamado Solar Camper Car. El coste total de la transformación del Camaro en una zona habitable fue de 1.500 dólares (1.370 euros) más la mano de obra, una cantidad significativamente inferior a la de sus anteriores proyectos: un Chevrolet Suburban (conversión de 4.500 euros) y una furgoneta Mercedes Sprinter (transformación de 7.300 euros).
Arslan justifica esta transformación tan peculiar de un deportivo porque “así es más fácil acampar sigilosamente y encontrar aparcamiento, al tiempo que cuesta mucho menos convertirla, ya que hay una cantidad muy limitada de espacio en el que trabajar”. Para ser precisos, el Camaro ofrece alrededor de 2.831 litros de espacio en el habitáculo, lo que supone cinco veces menos que su antigua furgoneta.
La cama, de 1,83 metros, ocupa parte del maletero.
Aunque vivir dentro de un muscle car parece claustrofóbico y poco práctico, Arslan demostró que todo es posible si se es creativo, decidido y se está dispuesto a hacer algunos sacrificios para evitar pagar el alquiler.
El youtuber admite que vivir en un coche requiere un estilo de vida totalmente diferente que, evidentemente, no resulta adecuado para todo el mundo.