Sólo se fabricarán 12 para 2023 y ya se han vendido todos.
Amigos, echad un buen vistazo a este Rolls-Royce Black Badge Wraith Black Arrow de 2023. Puede que no lo vuelvas a ver nunca más, porque solo está prevista la producción de 12 ejemplares y están todos vendidos. Además, este es el último coupé V12 de Rolls-Royce, ya que todos sus modelos futuros serán únicamente eléctricos. Estamos ante el final de una larga era.
En concreto, los colores son Celebration Silver y Black Diamond, con una capa de acabado de cristal que se aplica a las partes negras para conseguir un efecto añadido. Los colores y las técnicas de aplicación se perfeccionaron durante 18 meses, lo que la convierte en una de las pinturas más complejas jamás creadas por Rolls-Royce.
El Thunderbolt como inspiración
Como tal, encontrarás amarillo en las inserciones del paragolpes del Black Arrow, en las llantas, en los refuerzos en V detrás de la parrilla y en un sutil círculo amarillo bajo el icónico adorno del capó Spirt of Ecstacy.
Si te adentras en el interior, verás mucho más amarillo. Cubre los asientos delanteros, el volante y sirve de embellecedor en el salpicadero y las puertas. El reloj especial del salpicadero lleva un ribete amarillo, junto con el récord de velocidad del Thunderbolt de 1938. También hay molduras amarillas en los asientos traseros y un punto amarillo dentro de una flecha en los umbrales de las puertas que identifican al Wraith como uno de los 12 modelos Black Arrow.
Cielo estrellado… de la carrera de 1938
Además, el interior del Wraith está fabricado con un nuevo tipo de material denominado Cuero Club, que se aplica a las superficies amarillas y negras. Por supuesto, hay un revestimiento de techo en forma de cielo estrellado.
Y no sólo eso, porque las 2.117 luces de fibra óptica están dispuestas en un patrón que representa el cielo nocturno de Bonneville durante la carrera de 1938 del Thunderbolt, que batió todos los récords. Fíjate bien en el volante y verás un patrón de malla negra en la parte superior del aro cuando está recto, imitando las marcas pintadas en las salinas para la carrera de la plusmarca.
Galería: Rolls-Royce Black Badge Wraith Black Arrow
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Mismo motor con 632 CV
Y aunque el motor no varía con respecto al Wraith Black Badge, con 632 CV y 800 Nm de par máximo, recibe un distintivo especial en amarillo que lo identifica como el V12 definitivo.
“El Wraith es uno de los coches más significativos e influyentes que jamás hayamos fabricado en Goodwood”, declaró Torsten Muller-Otvos, consejero delegado de Rolls-Royce. “Su extraordinaria potencia, prestaciones y presencia abrieron la marca Rolls-Royce a un grupo de clientes totalmente nuevo. Creó su propio grupo de seguidores dentro de la cultura contemporánea y lo amplió aún más en su versión Black Badge”. Ahora que los últimos ejemplares de este automóvil histórico se preparan para abandonar Goodwood, conmemoramos la condición del Wraith como el último cupé V12 de serie que fabricaremos jamás”.
