Las furgonetas como el Kangoo son un vehículo para todo, con un diseño atractivo, equipamiento a la moda y una conducción muy parecida a un turismo.
Las tendencias tienen un impacto innegable en las adquisiciones del gran público, de ahí el éxito imparable de los todocaminos y la defenestración de los monovolúmenes. Sin embargo, hay usuarios que siguen priorizando la practicidad. Son aquellos que luchan a contracorriente y que defienden la coherencia de una compra tan funcional como la de un Renault Kangoo. En este artículo te explicaremos porqué adquirir un furgón combi pequeño puede ser la opción más versátil, cómoda y acertada si buscas un vehículo para la familia, capaz también para un día a día de recados o transporte de mercancías.
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Kangoo Combi
La gama Renault Kangoo se divide entre el modelo puramente comercial (de trabajo) y el vehículo ludospace nombrado Combi. Este concepto lo estrenó su rival directo, el Citroën Berlingo, y ambos modelos compiten por liderar un mercado pequeño pero fiel. Este tipo de carrocerías no suele estar en la lista de posibles, a no ser que dependas de un coche práctico, con buen espacio de carga y robusto para las tareas del día a día. Si esas son tus necesidades, pero no puedes permitirte un vehículo para el trabajo y uno para la familia, la versión Combi es la opción ideal.
Las cotas son idénticas en ambos casos, con 4,48 metros de largo por 1,91 m de ancho y 1,83 m de alto. Su distancia entre ejes es de 2,71 metros, así que puedes hacerte una idea de lo amplio que es su interior, en el que encontramos una banqueta trasera para tres personas y un maletero con 775 litros de capacidad. No existe un todocamino de tamaño similar y con un espacio de carga tan interesante, de ahí que sea su principal ventaja.
Tampoco nos extrañaría que fuera el vehículo base para camperizar al tener una altura y espacio notable en su interior, además de un precio de partida de 28.979 euros con el bloque diésel de 95 CV probado. Ese precio es con el acabado más accesible, que también está disponible con motorización de 75 CV, que nos parecería poco teniendo en cuenta nuestra experiencia con el bloque superior.
Un motor justo pero eficiente
Apostar por el bloque 1.5 dCi de 95 CV tiene un enfoque coherente, pero alguna desventaja. Su potencia se queda corta para adelantamientos en autopistas y la recuperación es algo lenta, con una zona baja buena al entregar los 260 Nm de par sobre las 1.750, pero se queda lento después. Como comentaba, no todo son ventajas frente a los SUV y, pese a conducirse como un turismo convencional, las furgonetas suelen estar peor aisladas y la rumorosidad de los motores se cuela fácilmente al habitáculo.
A cambio, tienes un motor capaz de circular de forma agradable en los entornos urbanos e interurbanos con un consumo de 6,1 l/100 km durante la prueba en vías rápidas o secundarias, la firma homologa 5,3 l/100km en ciclo WLTP. El modelo probado combina dicho bloque con el cambio manual de 6 velocidades, de accionamiento suave y bien ajustado en su recorrido. No recomendaría ir a por el motor más pequeño, como sí lo haría si estás valorando el 1.3 TCe de 130 CV o su versión híbrida enchufable cuando llegue.
Más turismo que nunca
Si por algo me convencen estos modelos ludospace es por su evolución estética, que lejos de convertirlos en un todocamino, los han aproximado acertadamente. En el caso del Renault Kangoo, está disponible en los equipamientos Authentic, Equilibre y Techno, que es el tope de gama y más atractivo para los usuarios urbanitas. Eso sí, el tono naranja que ellos llaman Marrón Terracota cuesta 440 euros y las llantas de aleación de 17 pulgadas también implican el pack Style de 817 euros.
El interior con tapicería tejido Inti es único en este nivel de equipamiento y combina el negro y gris, práctico pero también agradable a la vista. Lo realmente interesante es adentrarse en el configurador para añadir, como extra, los opcionales que harán de tu Kangoo un turismo a la altura de cualquier compacto o SUV del segmento C. Parte de la base de incorporar, por ejemplo, la pantalla de infoentretenimiento y el cuadro de instrumentación con pantalla tft de 4,2 pulgadas, todo ello compatible con Apple CarPlay y Android Auto mediante cable.
Hablo, por ejemplo, del pack easy Park con sensores de aparcamiento y cámara trasera (629 euros), el aviso de ángulo muerto y control de trayectoria (189 euros) y freno asistido (603 euros), que se suman al equipamiento de serie en seguridad: detector de fatiga, frenada de emergencia asistida con detección de peatones, e-call, tecnología LED en los faros, asistente de mantenimiento de carril, ESP y ayuda de arranque en pendiente, entre otros. En total, el Renault Kangoo probado tiene un precio en configurador sobre los 30.851 euros.