- Precios y posibilidades de compra
- Mazda CX-60 diésel 200 CV
- Mazda CX-60 diésel 254 CV
- Puntos fuertes frente a sus rivales
- 200 CV, la opción más acertada
Probamos el Mazda CX-60 diésel con etiqueta ECO que se comercializa con potencias de 200 y 254 CV. Su precio de salida es de 48.719 euros y sorprende por sus consumos ajustados.
Mazda apuesta por los motores diésel, en este caso para su Mazda CX-60, al que acompaña deu na batería de 48V, cuya tecnología es conocida como M Hybrid Boost de Mazda. La nueva motorización e-Skyactiv D consiste en un motor diésel de 3.3 litros con seis cilindros en línea, y es toda una novedad para Mazda. Tiene 3283 cm3 de cilindrada, seis cilindros instalados longitudinalmente e inyección directa controlada electrónicamente a través de un sistema common rail. Se presenta en dos versiones de potencia: 200 CV/147 kW con tracción trasera y 254 CV/187 kW con tracción integral Mazda i-Activ AWD.
El e-Skyactiv D de 254 CV/187 kW acelera de 0 a 100 km/h en tan sólo 7,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 219 km/h, a pesar de lo cual su consumo medio es de 5,2 l/100 km, con unas emisiones de CO2 de apenas 137 g/km. Por su parte, el consumo medio de la variante de 200 CV/147 kW es de 5,0 l/100 km, con unas emisiones de solo 128 g/km de CO2.
Precios y posibilidades de compra
El nuevo Mazda CX-60 e-SKYACTIV D con motor turbodiésel está disponible desde 48.719 euros (PVP, sin descuentos ni promociones) con el acabado Prime-Line (también están disponibles los Exclusive Line, Homura y Takumi), mientras que para optar a la versión superior, de 254 CV y tracción total, hay que desembolsar 3.600 euros adicionales. A estos precios habría que descontarles los 2.600 euros de la campaña base, además de 1.500 euros de promoción de lanzamiento y, en caso de financiar la compra, otros 1.500 euros de descuento.
Mazda CX-60 diésel 200 CV
Exclusive Line: 50.269 euros
Homura: 54.269 euros
Takumi: 55.819 euros
Mazda CX-60 diésel 254 CV
Exclusive Line: 53.869 euros
Homura: 57.869 euros
Takumi: 59.419 euros
Asimismo, también existe la posibilidad de adquirir el Mazda CX-60 mediante una opción flexible, en la que se pagan 12.340 euros de entrada y 36 cuotas de 350 euros al mes y 10.000 km al año (para una mecánica diésel nos parecen pocos). Una vez finalizado el contrato, el cliente tiene tres posibilidades: quedarse con el vehículo con una cuota final de 25.402 euros, cambiarlo por otro o devolverlo.
Por otro lado, la marca ofrece el denominado Mazda Renting, que carece de entrada y se abonan 633 euros (más IVA) durante 36 meses y un límite de 10.000 kilómetros anuales. Las ventajas de esta alternativa es que se incluyen algunos servicios como el mantenimiento, seguro a todo riesgo sin franquicia, asistencia en carretera o gestión de multas y matriculación.
Puntos fuertes frente a sus rivales
Con 4,75 metros de largo, el nuevo Mazda CX-60 compite con modelos Premium como el Audi Q5 2.0 35 TDI, BMW X3 2.0 sDrive 18d MHEV o Volvo XC60 2.0 B4 D aunque su estética es más atrevida, ofrece mejores precios y más equipamiento.
Por fuera destaca por su parrilla frontal en forma de ala, con función de iluminación y grupos ópticos organizados en vertical, el nuevo color de carrocería Rhodium White y las llantas de aleación de 18 ó 20 pulgadas.
Cuando te sientas al volante la postura de conducción es excelente, algo que se acentúa por el diseño de los asientos que es nuevo con unos soportes más rígidos que ofrecen una mejor sujeción del cuerpo que ayuda a los ocupantes a mantener su equilibrio mientras el coche se mueve.
En este SUV de grandes proporciones el espacio interior goza de gran habitabilidad, ya que tiene una distancia entre ejes de 2,87 metros. Por esta razón, tanto en la fila delantera como trasera se puede viajar cómodamente, independientemente de la estatura de los pasajeros. El maletero cuenta con un volumen de carga de 570 litros, ampliable a 1.148 litros con los asientos traseros abatidos y 1.726 litros cuando se carga del suelo al techo.
200 CV, la opción más acertada
A día de hoy, los coches diésel son la mejor opción para viajar y si se realizan muchos kilómetros al año. En el caso del Mazad CX-60 nuestra experiencia de conducción ha sido muy buena y nuestra recomendación es el motor de 200 CV y tracción trasera. Esta motorización es más que suficiente para mover el coche con alegría, ayudado por su excelente cambio automático de 8 velocidades con levas en el volante. La experiencia a bordo nos ha dejado muy buen sabor de boca, tanto por su acogedor interior como por su rendimiento en carretera.
El Mazda CX-60 tiene hasta tres modos de conducción: Normal, Remolque (hasta 2.500 kg) y Sport. En el modo de conducción normal se muestra algo duro de suspensión, pero nos gusta, ya que no hay que olvidar el toque deportivo de la marca. Pero lo que más nos ha llamado la atención son sus consumos: en un trayecto de 60 km y a velocidades totalmente legales, nos ha marcado 4.8 litros/ 100 km. Lo que menos nos ha gustado es el asistente de mantenimiento de carril, que resulta algo intrusivo.
Como conclusión, el Mazda CX-60 diésel de 200 CV resulta muy agradable de conducir, con unas prestaciones más que suficientes para cualquier ámbito y con un consumo tremendamente bajo.