Además de un precio interesante, el primer SUV firmado por Abarth ofrece 185 CV de potencia.
Ha comenzado una nueva era para Abarth. La Casa del Escorpión presentó hace unos meses su primer eléctrico, el Abarth 500e, abriendo así en Europa el capítulo dedicado a los modelos alimentados por baterías.
Sin embargo, al otro lado del mundo, en Brasil, donde los eléctricos no están tan implantados como en el Viejo Continente, podemos encontrar el Pulse, que combina el espíritu deportivo de Abarth con la practicidad de un SUV compacto.
Fiat Pulse Abarth, con más estilo
Premisa importante: lamentablemente, el Abarth Pulse (basado en el Fiat del mismo nombre) no está a la venta en Europa y, al menos por ahora, Stellantis no ha insinuado un posible desembarco futuro.
En cierto modo es una pena, porque el catálogo de Abarth carece actualmente de un todocamino, un tipo de carrocería cada vez más popular entre los clientes europeos.
Eso sí, para hacernos una idea de cómo va el Pulse, y no quedarnos con la duda, hemos tomado ‘prestada’ la prueba de nuestros colegas de Motor1.com Brasil, para conocer mejor sus sensaciones sobre este deportivo tan especial.
Abarth Pulse, detalle de la parrilla
Abarth Pulse, tres cuartos posterior
Empezando por el diseño, el Pulse en su variante Abarth se diferencia del Fiat en que tiene un aspecto más deportivo, con faldones y difusor de plástico gris oscuro, doble salida de escape, carcasas de los retrovisores y perfil delantero rojo, y adhesivos ‘Abarth’ en el lateral. El diseño, por tanto, aunque no es especialmente futurista o innovador, convence por su agresividad.
Lo mismo puede decirse del interior. A bordo, el Abarth no dispone de soluciones de última generación, pero sí de todo lo necesario para estar conectado y tener toda la información de conducción al alcance de la mano.
En el centro de todo está la pantalla de 10,1 pulgadas, mientras que frente al conductor se sitúa un panel de instrumentos con gráficos que se pueden configurar según el modo de conducción, para crear una experiencia más envolvente.
Abarth Pulse, el interior
Los pedales acabados en aluminio y los asientos de cuero con inserciones rojas completan un conjunto acorde con la filosofía del coche. Y todo, complementado por un maletero con una capacidad de 370 litros, por encima de la media, en comparación con las dimensiones compactas del coche.
En este sentido, recordemos que el Abarth mide 4,10 metros de largo y 1,77 metros de ancho, por lo que es 16 cm más corto que un 500X, por poner un ejemplo gráfico.
Así es el motor del SUV de Abarth
Las prestaciones son interesantes, ya que el 1.3 turbo de gasolina de 185 CV y 270 Nm le permite alcanzar los 215 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos. La caja de cambios es automática de seis velocidades, con levas en el volante.
Pero Abarth no se ha limitado a modificar solo la estética y el motor. El Pulse cuenta con una puesta a punto específica, con muelles un 13% más rígidos que en el equivalente de Fiat y barras estabilizadoras 20 mm más gruesas para reducir el paso por curva.
Además, la altura del conjunto se ha reducido en 5 mm, mientras que el eje trasero es un 15% más rígido y el sistema de escape tiene un sonido específico, que ya transmite deportividad desde el momento en el que se pone en marcha. También son específicas los llantas de 17 pulgadas, sobre las que se montan neumáticos 215/50, frente a los 205/50 del Pulse convencional.
Transmite deportividad, pero con algunos defectos
En la conducción diaria se aprecia la diferencia con el modelo de Fiat. El 1.3 ya empuja a bajas revoluciones, con una rápida respuesta del acelerador, aunque la transmisión automática a menudo duda a la hora de reducir marchas y apoyar la demanda de más deportividad. Sin embargo, cuando lo consigue, el Abarth es divertido, entre otras cosas porque los 1.281 kg de peso no penalizan en exceso las prestaciones.
Entre los diferentes modos de conducción (Normal, Manual y Poison -veneno-) hay uno dedicado al ahorro de combustible, que no está a la cabeza de su categoría.
En carretera, se registra una media de 8,7 l/100 km, mientras que en ciudad sube a 12,0 l/100 km. Pero en plena aceleración, el Abarth sigue imprimiendo una sonrisa en la cara, con el escape que emite ruidos crepitantes similares a los del 595, cuando se suelta el acelerador.
La respuesta de los frenos es realmente buena, aunque el eje trasero recurra a tambores: la distancia de frenado de 37,6 metros de 100 km/h a 0 es interesante para un coche de este segmento.
Por último, cabe destacar la comodidad de los asientos y la sensación de seguridad que aporta la altura libre al suelo del coche, que, aunque es ligeramente inferior a la del Fiat, sigue siendo más generosa que la de un 595.
¿El precio? En Brasil, el Abarth Pulse parte de 149.900 reales, es decir, menos de 27.000 euros. ¿Qué te parece? ¿Te lo pensarÃas si también se vendiera en España? Esperamos tus comentarios en las redes sociales.
