Actualmente, la economía circular permite reciclar hasta un 95% del total de piezas empleadas en la fabricación de un vehículo. La electrificación y los retos a los que se enfrenta indican que la demanda de piezas recuperadas crecerá notablemente en el futuro.
- Las marcas de coches reaccionan
- Un sector tradicionalmente apto para la economía circular
- Aún queda camino por recorrer
Poco a poco, la industria automotriz avanza en su plan de reestructuración hacia un futuro eléctrico y sostenible. Y no se trata de una transición fácil, ya que a los retos tecnológicos se unen las dificultades financieras, energéticas y de suministro provocadas en los últimos dos años.
Por esa razón, la economía circular toma un protagonismo inusitado en la automoción, ya que los efectos de la pandemia, la escasez de materias primas y microchips, la crisis del transporte y la concienciación social obligan a un reciclaje eficaz y a un aprovechamiento responsable de los recursos disponibles.
Las marcas de coches reaccionan
Los fabricantes de automóviles son conscientes de todo ello y varios de ellos ya han puesto en marcha medidas y programas para impulsar la economía circular.
Los fabricantes están trabajando para optimizar sus procesos industriales.
En este sentido, y según un estudio de Capgemini, el 52% de las empresas han implementado planes de apoyo y promoción de la economía circular, la iniciativa de sostenibilidad más implementada. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para aprovechar todo su potencial.
Un sector tradicionalmente apto para la economía circular
Lo cierto es que el sector de la automoción tiene un largo historial en el reciclaje, refabricación y reutilización de componentes. De hecho, hoy por hoy y según cifras de Recomotor, «la economía circular ya permite recuperar hasta el 95% de las partes de un automóvil, volviéndose a emplear en la industria o destinándolas a otros fines».
«Esto provocará un encarecimiento de los precios del coche eléctrico y una subida en la edad media del parque automovilÃstico español, que a su vez generará una necesidad de piezas reutilizadas y un aumento del 30% en la demanda de este tipo de piezas, siendo en 2040 cuando estas transacciones superen en número a las ventas nuevas de este tipo de vehÃculos», anticipa la empresa catalana.
Aún queda camino por recorrer
Queda claro que el futuro de la automoción comercial es el coche eléctrico, bien por evolución natural, bien por imposición política. Pero también es cierto que las condiciones ideales para una definitiva implantación de la movilidad electrificada están lejos de ser una realidad.
Si bien la tecnología evoluciona a gran velocidad y la autonomía es cada vez menos problema, otros como una red de recarga fiable y extensa o precios que permitan democratizar el coche eléctrico siguen siendo una gran asignatura pendiente.
En este último aspecto, la economía circular y el reciclaje tienen mucho que decir, ya que permiten una notable reducción de costes. ¿Será suficiente?
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