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Mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico?

La quinta generación tenía el tamaño de un BMW Serie 5.

mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico?

Hubo una época en la que las berlinas medias japonesas estaban a la orden del día, con modelos muy conocidos como el Mitsubishi Galant, el Honda Accord, el Nissan Primera o el Toyota Carina, pero es cierto que hoy en día quedan más bien pocas.

Mazda conserva en su gama el Mazda6, pero fue su predecesor el que se enfrentó a rivales muy duros y sacudió el panorama reinante de la década de los años ochenta, ganando incluso pruebas comparativas frente a las berlinas alemanas de la época.

Galería: Mazda 626 (1992-1997)

22 Fotos mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico? mazda 626 (1992-1997): ¿un futuro clásico?

Para continuar el éxito del modelo de gama media, Mazda presentó la quinta generación de su Mazda 626 en el año 1991, que en Japón se ofreció bajo la denominación Mazda Cronos, y también como Efini, con un interior de mayor lujo. En otros países de Asia se ofrecieron ‘clones’ del 626 como el Ford Telstar, el Kia Cronos y el Autozam Clef.

El Mazda 626 se lanzó en Europa en enero de 1992, con un tamaño bastante superior al de su predecesor, ya que era 15 centímetros más largo y 6 más ancho, aunque lo cierto es que el espacio interior que ofrecía era similar, y no demasiado generoso para el segmento, aunque su maletero sí era bastante amplio: 452 (notchback) y 455 litros (hatchback).

El diseño no resultaba especialmente interesante, aunque tenía cierta elegancia. En cuanto a los motores, ofrecía un 1,8 litros de 105 CV y un 2,0 litros de 115 CV, ambos de cuatro cilindros y 16 válvulas, aunque la marca también añadió una potente versión con motor 2,5 litros V6 y un motor diésel 2.0 Comprex de 75 CV.

El motor 2,5 litros V6 de 24 válvulas desarrollaba 165 CV (posteriormente 163 CV) y anunciaba unas prestaciones a la altura para la época, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h, la más alta dentro de la gama 626 hasta entonces.

El ADAC alemán aseguraba tras analizar el 626 en 1993 que el modelo contaba con “excelentes acabados” y “equipamiento superior a la media”, ya que contaba con ABS, control de crucero y asientos de ajuste eléctrico, por ejemplo. Entre las críticas, el “alto umbral de carga” o el acceso “relativamente estrecho” a los asientos traseros.

Cabe recordar que el Mazda 626 nació originalmente en el año 1970 con el también conocido como Mazda Capella, y después llegaron sucesivas generaciones, en los 70, 80 y 90, culminando con el sucesor del 626 que quinta generación del que hemos hablado hoy, que estuvo a la venta hasta el año 2002, con la excepción de Colombia, donde vivió tres años más.

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