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Los futuros Audi RS serán híbridos enchufables pero no sucumben al downsizing

El downsizing ha permitido a las marcas ahondar en la tecnología de sobrealimentación y en la electrificación para controlar las cifras de consumo, emisiones y prestaciones. Un conjunto al que han sucumbido todas las marcas, pero que los de Audi Sport no aprovecharán para sus modelos RS más deportivos. La marca deportiva de los cuatro aros tiene otros planes.

Mercedes ha concebido el que es el motor de cuatro cilindros más potente del mercado. Un motor turbo que, con la ayuda de una sofisticada tecnología híbrida enchufable, ha conseguido cifras de potencia equivalentes a un poderoso bloque V8. Un desafío que ha establecido un nuevo nivel entre los fabricantes pero que a no todos les valle.

Los bávaros, que ya han confirmado que sus futuros M estarán electrificados, también han tirado la casa por la ventana con los nuevos motores «M Hybrid», con el poderoso motor V8 de por medio, alcanzando cifras de potencia que se acercan mucho al rendimiento de los «AMG E Performance» de los modelos más exclusivos de la marca de la estrella. Y los de los cuatro aros ya han anunciado que sus futuros RS también seguirán esta línea. Las declaraciones de uno de los responsables de la división de Audi Sport lo han confirmado.

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El próximo Audi RS 4 Avant, ya en desarrollo, será un potente PHEV con 500 CV

Constantin Dressler, el responsable de marketing de producto de la parte deportiva de Audi ha apuntado claramente sus intenciones, pues ya sabemos que tanto los nuevos Audi RS 6 como el RS 4 Avant que se encuentra en desarrollo, y al que hemos visto en fotos espía en pruebas, serán PHEV. En unas declaraciones, Dressler ha señalado que «Por supuesto, también vamos a electrificar nuestros coches, pero no haremos cuatro cilindros».

Los futuros RS de Audi seguirán apostando, por tanto, por las grandes cilindradas, lo que significa que convertirán en híbridos enchufables a los dos bloques estrella que se hallan en el banco de órganos de la marca deportiva con sede en Neckarsulm, por lo que el V8 de 4.0 litros biturbo y el V6 de 2.9 litros TFSI, que también dispone de dos turbos, adoptarán un motor eléctrico de elevada potencia. De esta manera, controlarán las emisiones, la verdadera clave para poder seguir manteniendo a estos modelos deportivos en gran parte de los mercados mundiales.

Unas combinaciones que supondrán mantener el V6 de 2.9 litros en los productos más exclusivos del segmento D como los nuevos RS 4 y RS Q5, mientras que el imponente motor V8 de 4.0 litros biturbo, al que se le había puesta ya una fecha de caducidad por sus características seguirá reinando en el mercado, al menos, bajo el capó del Audi RS 6 Avant. Pero también abre la puerta a una versión PHEV a bordo del Audi R8, la insignia de la marca y sobre el que giran cientos de rumores sobre su futuro, que no tendrá que convertirse en un deportivo eléctrico sí o sí.

Fuente: Auto-moto

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