Jaguar ha optado por la fórmula de “si algo funciona, no lo toques” de cara a la actualización de su único modelo eléctrico, el I-Pace. El crossover recibe una puesta al día muy ligera que solo introduce pequeños cambios estéticos y de equipamiento.
La parrilla delantera ahora presenta un diseño liso en Atlas Grey, tono que también se aplica en las tomas laterales del paragolpes. Además, luce la nueva insignia de Jaguar en negro y plateado y los acabados inferiores de las puertas, el revestimiento del paragolpes frontal y el faldón trasero ahora tienen el mismo color que la carrocería.
Como opciones para el Jaguar, están disponibles el techo panorámico de contraste y por primera vez se puede optar por pinturas satinadas para la carrocería, en los colores Eiger Grey o Carpathian Grey.
En el habitáculo, cuenta con el sistema de infoentretenimiento Pivi Pro, compatible con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica. Además, incluye funciones como el control de voz de Alexa integrado, Spotify y el sistema de navegación what3words.
Su apartado mecánico permanece inalterado. Solo está disponible con una motorización, que emplea un sistema de propulsión dual con tracción a las cuatro ruedas, desarrolla 400 CV de potencia y 696 Nm de par máximo, y le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 200 km/h.
Mantiene también la batería de 90 kWh de capacidad, con la que puede recorrer hasta 470 kilómetros. Es compatible con sistemas de recarga de hasta 100 kW de potencia, con los que en 15 minutos añade 127 kilómetros de autonomía.
