Cuando Tesla lanzó su red de Supercargadores, esta se convirtió en uno de los pilares publicitarios gracias a la oferta de carga gratuita e ilimitada que ofrecía a sus nuevos clientes. Una estrategia comercial con gran éxito que ahora Tesla intenta revertir convenciendo a los clientes a cambiar de coche con un descuento jugoso, pero a costa de perder este gran privilegio. ¿Será suficiente?
Con esta oferta, por un lado Tesla intenta quitarse de encima unas unidades que utilizan fundamentalmente la red de Supercargadores para sus cargas. Y es que si es gratis e ilimitado, nada impide incluso no contar ni con cargador en casa.
Por otro lado, estas unidades ocupan un espacio que cada vez está más cotizado por la apertura de la red a otras marcas de coches. Unos clientes que pagan el kWh por encima del precio de pagan los usuarios de Tesla, y que son mucho más rentables que alguien que paga cero. Evidentemente.
¿Merece la pena hacer el cambio?
Está claro que desde un punto económico, no hay debate posible. Y es que pocas ofertas pueden mejorar algo que es gratis. Da igual que hagas muchos o pocos kilómetros en tus viajes, que nunca te saldrá mejor desde una perspectiva monetaria.
Pero Tesla puede jugar con el carácter tecnológico de sus clientes, y convencer a miles de los clientes de las primeras generaciones del Model S y X a dar el salto a unas propuestas mucho más eficientes y mejor equipadas, e incluso mejor terminadas.
Además, lo harán con un menor coste de compra gracias a esta oferta. La gran pregunta es ¿Cambiarías un Model S o X de primera generación por un modelo más moderno, con el Hardware 4.0, por los 5.000 dólares de descuento? ¿Y si añadimos el pack de Conducción Autónoma plena?