- La historia de Ettore Bugatti, el genio para el que la belleza ni la velocidad tenía precio
- Nacimiento de Bugatti
- Dominio en las carreras en los años 20
- Crisis de los 30 y muerte en 1947
A Ettore Bugatti se le atribuye una de esas frases que permanecen grabadas con tinta imborrable hasta el fin de los días: “Rien n’est trop beau, rien n’est trop cher” (Nada es suficientemente bello, nada es suficientemente caro, en español). Y, aunque murió en 1947, este lema ha seguido vigente en la marca hasta nuestros días.
La vida de Ettore Bugatti arrancó (nunca mejor dicho) el 15 de septiembre de 1881 en Milán, en el seno de una familia acomodada y acostumbrada a la creación. Su padre, Carlo Bugatti, inventó una bicicleta de carreras y también diseñaba muebles, joyas y cerámica en el estilo Art Nouveau. Estudiante en la academia de Brera, Bugatti pronto descubrió su pasión por otro tipo de arte, incipiente en aquella época: la mecánica y el automóvil.
La historia de Ettore Bugatti, el genio para el que la belleza ni la velocidad tenía precio
Es una buena época para recordar la historia de una de las personalidades más destacadas de la historia del automovilismo, aprovechando la inauguración del RétroMobile de París 2023. Un hombre cuyo apellido ha escrito páginas brillantes en la historia de la competición y es sinónimo de velocidad, lujo y vanguardia.
Paralelamente, ese crecimiento industrial trajo consigo una mayor prosperidad social y empezaron a darse los primeros pasos hacia eso que hoy llamamos la sociedad del bienestar, pero, al mismo tiempo esa mejora en las condiciones de vida no eran para todos: la clase obrera vivía en condiciones infrahumanas y no disfrutaba los mismos derechos que la clase media. Eran los tiempos del movimiento obrero, las luchas sindicales, las huelgas para reclamar salarios dignos y jornadas de trabajo más reducidas.
En ese contexto creció un Ettore Bugatti que pronto empezó a interesarse por ese nuevo invento, el automóvil. Ya desde muy joven, comenzó a reparar motores sin ninguna formación y, a los 16 años, empezó a trabajar en la compañía Prinetti y Stucchi. Un año más tarde, en los albores del siglo XX, dibujó su propio triciclo a motor con el que participó en una carrera entre París y Burdeos. En 1898, creó su primer coche, el Type 1, producido por Prinetti & Stucchi.
Entre 1902 y 1904, Bugatti diseñó el Type 2, Type 3, Type 4, Type 5 y Type 6, fabricados por la empresa Dietrich y, en 1907, trabajó para Deutz AG, fabricando los Type 8 y 9. Finalmente, en 1909, fundó la empresa con su mismo nombre, Bugatti.
Nacimiento de Bugatti
Aunque Ettore Bugatti era italiano, la compañía nació en Molsheim, Alsacia, cuando se trasladó allí. A partir de entonces, inició una actividad frenética en la que también siguió colaborando con otros fabricantes, como es el caso de Peugeot, con el modelo Type BP1, aprodado Bebé, por su pequeño tamaño.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial y, como ocurrió con muchas otras empresas (lo mismo ocurrirá en la Segunda Guerra Mundial), Bugatti dejó de fabricar coches para construir motores de avión. No fue hasta después de la contienda cuando el nombre de Bugatti empezó a tener prestigio, debido a las pruebas deportivas.
Dominio en las carreras en los años 20
Para aumentar el éxito de su marca, Ettore Bugatti centró sus esfuerzos en las carreras que, en los años 20, gozaban de una tremenda popularidad. Durante esa década y la de 1930, los coches de Bugatti dominaron muchas de las pruebas deportivas que se celebraban entonces, como la Targa Florio, la cual ganó por primera vez en 1925.
Crisis de los 30 y muerte en 1947
Tras el dominio en las carreras durante la década de 1920, los años 30 fueron más difíciles, debido, por un lado, al Crack de la Bolsa de Nueva York, en 1929 y la posterior crisis económica que provocó y, por otro, al auge de otros fabricantes, como Mercedes-Benz, Auto Union o Alfa Romeo, jaleados por los gobiernos de Alemania e Italia, respectivamente, para desarrollar la industria del automóvil de esos países.
En 1939 un suceso terrible dio paso a una fuerte crisis en Bugatti y, en concreto, en la persona de Ettore: el fallecimiento de su hermano, Jean Bugatti en un accidente de tráfico la noche del 11 de agosto, a bordo de un Bugatti Tipo 57. Unos días después, el 1 de septiembre, estalló la Segunda Guerra Mundial y, en mayo del siguiente año, el ejército alemán inició la ofensiva para ocupar Francia. Los nazis se apoderaron de Alsacia, uno de sus objetivos históricos y, por tanto, de la fábrica de Molsheim.
Una vez calladas las bombas en 1945, Ettore Bugatti intenta retomar su actividad, no sin ser acusado de colaboracionismo con los nazis, puesto que vendió una parte de su empresa a los alemanes cuando éstos la ocuparon. Fue juzgado y absuelto de todas las acusaciones. Finalmente, la vida de este italiano se apagó el 21 de agosto de 1947 en la localidad francesa de Neuilly-sur-Seine, dejando un importante legado en la historia del automovilismo y joyas como el Bugatti Type 57 SC Antlantic.