Los coches eléctricos han abierto una nueva guerra, la de las baterías. La mayor autonomía posible, el menor peso, el menor coste y el mínimo tiempo de recarga son las cuatro claves en las que trabajan todos los especialistas. Los de CATL han presentado su nueva batería Qilin 3.0, un dispositivo que supone una gran amenaza para los competidores.
La transición de los coches eléctricos va tomando forma, pero todavía hay claves muy importantes que solventar y no a corto plazo precisamente, pues se extenderá largamente en el tiempo. Los costes de las baterías son la clave, disminuirlos hasta encontrar un punto óptimo con una autonomía máxima con una carga que sea aceptable para la gran mayoría de la población, al igual que el tiempo de carga.
Tecnologías complicadas que, hoy, suponen un importante pico del precio del coche, y que no tienen una plena funcionalidad -por ejemplo, de carga-& en todos los países europeos. CATL, uno de los grandes líderes en la tecnología de baterías para coches eléctricos, se ha sacado de la manga la revolucionaria batería CATL Qilin 3.0, con unas características técnicas que la hacen más que deseable por todas las marcas implicadas en la estrategia de cero emisiones. El gigante ha prometido la producción de esta nueva batería a partir del próximo año 2023, por lo que cabe preguntarse qué fabricante se hará con ella.
Las novedades y claves de la tecnológica batería CATL Qilin
Los de CATL han apuntado algunas de sus cualidades: la más interesante es que dispone de 1.000 kilómetros de autonomía, pero también un nuevo diseño interno de la estructura de la batería que aumenta la seguridad y la eficiencia. Las baterías más convencionales cuentan con una protección especial de la placa de refrigeración líquida y la almohadilla térmica, junto a un travesaño interno, tres elementos que ahora están dispuestos en una capa intermedia elástica multifuncional. CATL explica que esta es una importante novedad, pues aumenta la estabilidad y mejora la resistencia a los golpes rebajando también las vibraciones en el interior.
El nivel de protección va más allá incluyendo la conexión de alto voltaje y un respiradero para la fuga térmica, un par de soluciones con las que también consigue un 6% extra de capacidad en la batería. Y no es todo, porque el tiempo de carga depende, en gran medida, del sistema de refrigeración líquida de la batería. CATL ha sido muy inteligente, instalando un circuito de enfriamiento entre las celdas, por lo que cuadriplica la superficie de refrigeración.
Fuente: Bloomberg
