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La noche del 12 de julio de 2022 pasará a la historia moderna como el día en el que se gestó uno de los mayores culebrones que jamás han estallado de forma pública en el mundo de la IndyCar Series y del motor en general. En su epicentro, Álex Palou, envuelto en un cruce de declaraciones y anuncios como pocas veces se ha visto. En apenas tres horas y media, se pasó del anuncio de su renovación con Chip Ganassi Racing para la temporada 2023, a un posterior desmentido por parte del propio piloto, y al anuncio de su incorporación a McLaren Racing para ese mismo 2023, sin una categoría destino en concreto y con un test de Fórmula 1 en el horizonte.
La línea cronológica de los sucesos ocurre de la siguiente forma: tras varias filtraciones, Chip Ganassi Racing emite un comunicado a las 21:55 (hora española), en el que se anuncia que el equipo procedía a ejercer la opción de renovar un año más el contrato que une a ambas partes desde 2021. Dicho comunicado incluía unas declaraciones atribuidas a Palou, en las que se recoge lo siguiente: «Saber que volveré con Ganassi la próxima temporada es una gran sensación. El equipo me recibió con los brazos abiertos desde el primer día, y estoy encantado de seguir trabajando (…) en esta organización. Los objetivos siguen siendo los mismos, y seguiremos trabajando sin descanso para conseguirlos».
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Hasta aquí, todo normal y nominal… hasta la 01:14 de la madrugada en España. A través de su cuenta de Twitter, Palou realiza unas asombrosas declaraciones en las que contradice el anuncio de la renovación: «Acabo de enterarme por los medios que esta tarde, sin mi aprobación, Chip Ganassi Racing ha emitido un comunicado anunciando que pilotaría para CGR en 2023. Aún más sorprendente es que el comunicado incluía unas “declaraciones” que no vienen de mí. No apruebo ese comunicado, y ni apruebo ni soy el autor de esa frase. Tal y como he informado recientemente a CGR, por razones personales, no tengo intención de continuar con el equipo después de 2022».
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Lo que sí se menciona es que Palou entrará a formar parte de su TPC (“programa de test de coches anteriores”) con el McLaren MCL35M de 2021 junto a dos de sus competidores en IndyCar, el mexicano Pato O’Ward (que probó el coche en los test post-temporada de Abu Dhabi en diciembre de 2020) y el estadounidense Colton Herta, piloto de Andretti Autosport, que esta misma semana ha completado dos días de test privado en el trazado de Portimao. Ahora sí en sus propias palabras, Palou comenta en el comunicado que está «entusiasmado por ser capaz de mostrar lo que puedo hacer al volante de un Fórmula 1, y ver qué puertas pueden abrirse».
Por supuesto, la reacción de Ganassi a todo esto no se ha hecho esperar. A las 03:46 de la mañana, la portavocía del equipo envío una escueta frase a todos los medios especializados: «Nuestro comunicado de hoy ya lo decía: podemos confirmar que Álex Palou tiene contrato en vigor con el equipo hasta el final de 2023». A su vez, una información del medio brasileño Grande Prêmio asegura que Ganassi estaría evaluando dejar sin asiento a Palou para lo que resta de temporada, habiendo contactado incluso con Tony Kanaan para conocer su disponibilidad de cara al Indy Toronto de este fin de semana, o para futuras rondas.
¿Y ahora qué? ¿IndyCar, Fórmula 1… o Fórmula E?
Su salida de Ganassi presenta también un interesante escenario, ya que Palou ha competido hasta la fecha en los Estados Unidos con apoyo directo de Honda, mientras que McLaren SP utiliza motores Chevrolet. En este sentido, cabe destacar que, según ha desvelado IndyStar, Palou ya no está trabajando con Roger Yasukawa, quien fue el principal artífice de su llegada al campeonato al ponerle en contacto con Dale Coyne y procurarle el apoyo financiero de Honda. El ex-piloto había trabajado conjuntamente en las labores de representación con Monaco Increase Management, perteneciente a un Salvatore Gandolfo ex-propietario de Campos Racing, y que lleva también la carrera de Pascal Wehrlein y David Vidales.
Álex Palou acabó segundo en su última carrera en Mid-Ohio, hace dos semanas / @ IndyCar Media
Además de su mencionada disponibilidad para una Fórmula 1 que en varias ocasiones negó estar persiguiendo, existe la posibilidad real de que sea Palou, y no Rosenqvist, quien termine compitiendo en el nuevo equipo de McLaren en Fórmula E la próxima temporada como paso intermedio para sortear las restricciones de su contrato actual con Ganassi. Una posibilidad que bien explicaría el ‘limbo oficial’ en el que se encuentra Rosenqvist, cuya situación a nivel público ya era altamente inusual. Hasta es posible que Ganassi, en caso de ganar la guerra, obligue a Palou a un periodo de ‘gardening leave’ en el que permaneciese bajo contrato en 2023, pero sin competir.
Por lo pronto, el equipo lleva semanas tanteando el terreno ante estos acontecimientos consultando potenciales sustitutos para el futuro, y el neerlandés Rinus VeeKay, que compite para Ed Carpenter Racing, parece el mejor situado para reemplazar a Palou llegado el caso. El hecho de que haya evento en Toronto este fin de semana, en el regreso de IndyCar a las calles canadienses tres años después, genera una situación aún más incómoda para todas las partes implicadas, que tienen dos días para alcanzar una ‘entente cordiale’ antes de que los coches salgan a pista el viernes. Es ahora, curiosamente, cuando las inusualmente tensas declaraciones de Palou en Road America tras su incidente con su compañero Marcus Ericsson adquieren mucho más sentido…
Todas las opciones parecen estar sobre la mesa, en el inicio de una guerra total y absoluta entre dos equipos con unas relaciones frígidas y llenas de animosidad desde que Rosenqvist fichase por McLaren SP para 2021 sin ponerlo en conocimiento de Ganassi. Un movimiento que permitió, a su vez, la llegada de Palou al coche número #10. Por como han sucedido las cosas, no es descabellado pensar en que el español confiase en llegar a un acuerdo amistoso de rescisión o a una compra del contrato por parte de McLaren SP, ante lo que Ganassi habría respondido con la activación de la cláusula para blindar a su piloto. Pocos optarían por dejar una estructura ganadora en la que todo funciona tan bien sin un buen motivo detrás, menos aún en el caso de Palou tras ser señalado como el heredero de Dixon para los próximos 10-15 años. Solo queda esperar para determinar si el ‘all-in’ es exitoso o si la partida la gana la banca…
Fotos: IndyCar Media
