Los movimientos en las tres compañías automotrices estadounidenses iniciaron este 15 de septiembre
Miembros del sindicato United Auto Workers, aproximadamente unos 13 mil trabajadores, se han ido a huelga en las principales plantas automotrices de los Estados Unidos luego de que las conversaciones sindicales con las compañías no avanzaron.
Los trabajadores del sindicato han parado, como una primera bala de advertencia, en fábricas de modelos populares de las tres firmas representativas de Estados Unidos. Por ejemplo, en el caso de GM Wentzville en Missouri la relacionada con la producción de las pick ups Chevrolet Colorado/GMC Canyon así como las camionetas Express/Savana.
En el caso de Stellantis se apuntó a las instalaciones donde se fabrica el representativo Jeep Wrangler así como su variante electrificada Wrangler 4xe y el recién lanzado nuevo Jeer Gladiator presentado durante el Salón del Automóvil en Detroit.
En la planta de ensamblaje de Ford Michigan, solo se realiza la parte final y pintura de Ford Bronco y Ranger.
“Los consumidores y comerciantes están, en general, relativamente protegidos de los efectos de una huelga breve”, explicó el vicepresidente de la consultora Anderson Economic Group (AEG), Tyler Theile.
Pero con inventarios que representan una quinta parte de los que tenía la industria en 2019, durante la última huelga de GM, “podrían verse afectados mucho más rápidamente” que hace cuatro años, afirmó.
Recientemente las compañías automotrices están entrando en un nuevo movimiento de stock en sus agencias previo a la pandemia. Cuando la crisis sanitaria llegó, la crisis de microprocesadores sumado con la de transporte retrasó la entrega de coches por meses creando listas de espera en las concesionarias.
¿Qué piden los trabajadores de la industria automotriz en la huelga?
Los trabajadores sindicalizados consideran que merecen una mayor proporción de las ganancias en sus sueldos. La UAW exigió inicialmente un aumento salarial del 36 por ciento durante cuatro años para sus 150 mil agremiados. GM y Ford ofrecieron un 20% y Stellantis, que antes era Fiat Chrysler, un 17,5%.
Estas demandas van ligadas al tiempo que invierten los trabajadores para tratar de mantener una calidad de vida pasando hasta a 80 horas a la semana.
Además, se solicitó la eliminación de niveles entre trabajadores establecido en 2007 y que reducía el salario y las prestaciones de los empleados ingresados a las compañías después de esa fecha respecto a los que estaban antes.
Es la primera vez en los 88 años de historia del sindicato que se organiza un paro simultáneo en las tres compañías después de que los contratos de cuatro años con las automotrices expiraron a las 23:59 del jueves.