Luego de la publicación de las recomendaciones, la SRE apunta a ejecutar los 26 puntos que establece la hoja de ruta binacional. ¿Quiénes estarán incluidos en la misma?
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) apunta a conformar “mesas de facilitación” para implementar las recomendaciones de su hoja de ruta con el objetivo de transicionar hacia la electromovilidad en México.
En ese sentido, se convocarán a las áreas de desarrollo y educación de los Estados Federativos así como también a sectores de la industria privada.
El documento titulado “Diagnóstico y Recomendaciones para la Transición de la Industria Automotriz en México”, confeccionado por el Grupo de Trabajo para la Electrificación del Transporte (GTE), contiene 26 puntos para avanzar.
Cabe recordar que durante los diez meses en los que el GTE mantuvo actividad, fueron alrededor de 200 expertos los que intervinieron en el resultado final.
Entre las recomendaciones, se destaca la necesidad de censar la oferta de cargadores en el país, de priorizar las carreteras para la instalación de estaciones, y de abordar la temática del 5G en México para poder potenciar esa dimensión de la movilidad eléctrica.
En materia de infraestructura de carga, otro punto refiere al diseño de una hoja de ruta referida a la estandarización de los cargadores para vehículos eléctricos, un instrumento que deberá incluir los siguientes puntos:
- Tipo de cargadores
- Voltaje necesario
- Sistemas Operativos
- Formas de pago
A los fines de la estandarización, el proceso será alineado al de Estados Unidos y Canadá para asegurar la “facilidad” de tránsito de vehículos privados y comerciales en Norteamérica, según lo establecen documentos oficiales.
También indica que deberán definirse criterios tarifarios, apuntando hacia un esquema de precios preferenciales en el horario nocturno.
Por otro lado, también se estima la promoción de las carreras referidas a la ingeniería y desarrollo de formación que aporte a la industria de la movilidad eléctrica. En ello, se dispone la importancia de censar las necesidades actuales del sector.
Respecto de la proveeduría, resalta la producción de baterías para los vehículos electrificados. Según la SRE y la Alianza Mx – Universidad de California, este insumo es de los más importantes en la cadena de valor.
Esto se debe a que, en primer lugar, es el componente más pesado del vehículo y en ello su traslado encarece su producción. Por otro lado, es el más caro, representando entre un 40% y 50% del costo total de la unidad.
“Las empresas que las produzcan estarán generando uno de los componentes con mayor valor agregado y, con ello, el mayor margen de ganancia en la cadena productiva en este nuevo sector”, indica el documento.
Cabe recalcar que desde la presidencia, Andrés Manuel López Obrador busca la instalación de plantas de baterías de Tesla en México. Además de aportar trabajo y valor agregado como industria, esto permite avanzar en la relocalización de empresas.
Además, la posibilidad de producir baterías posicionaría a México como un proveedor indiscutido al mercado norteamericano. Es preciso recalcar que la región está contenida en el acuerdo comercial denominado T-MEC.