Capotado y con los neumáticos adecuados, consigue una velocidad punta cercana a los 500 km/h gracias a una relación entre peso y potencia de 1,31 CV/kg, cifra más propia del mundo de la alta competición. Es por ello por lo que cuesta tantísimo dinero adquirir una de sus pocas unidades.
Hennessey Performance Engineering es una empresa estadounidense que modifica y construye automóviles de altísimo rendimiento desde 1991. En 2010 presentó el Venom GT, un coche que, construido sobre una plataforma de Lotus, fue reconocido oficialmente como el más veloz del planeta. Hace poco esta compañía volvió a lograr este hito, aunque en un ámbito más concreto: el de los superdeportivos descapotables. Y es que su Venom F5 Roadster, variante “cabrio” del automóvil homónimo (lanzado hace un par de años), ha sido desarrollado por y para conseguir este récord a escala global. Su precio es tan estratosférico como su cifras de prestaciones.
Gracias un peso en vacío de 1.405 kg y a un sistema de propulsión tradicional (sin ningún tipo de electrificación) compuesto por un motor V8 biturbo de gasolina con 6,6 litros de cilindrada y 1.842 CV de potencia máxima (hasta 1.617 Nm de par), situado en posición trasera-central, este vehículo es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,8 segundos y de 0 a 400 km/h en 15,5. Según su marca, puede alcanzar 482 km/h de velocidad punta con el techo cerrado. Toda la fuerza se envía a las ruedas traseras a través de una transmisión automatizada de siete relaciones.
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