Geely, uno de los colosos de la industria automotriz global, y un grupo petrolero, están interesados en hacerse con el 40% de las participaciones de la división de Renault de coches con motor de combustión interna. Renault pretende separar su negocio de coches térmicos del de vehículos eléctricos.
En las últimas horas ha surgido una importantísima información que está circulando por la red a toda velocidad. Una información que, de materializarse, supondría un «movimiento sísmico» para la industria del automóvil en Europa. Y es que, según se ha filtrado, Geely (y un grupo petrolero) quiere hacerse con el 40% de la división de Renault de coches de gasolina y diésel. Es decir, de automóviles con motor de combustión interna.
El medio especializado Autonews señala que, mientras la propia Renault ostentará el 40% de las participaciones, el 40% de su unidad de motores de combustión interna recaería sobre Geely y, el 20% restante, irá a parar a un grupo petrolero del que no se han dado más detalles sobre su identidad. El proceso de negociación está en marcha.
Renault quiere separar su negocio de coches térmicos del de eléctricos
Renault y Geely se han negado a hacer comentarios al respecto. Los planes de Renault para la creación de una división que contenga el negocio de coches eléctricos se darán a conocer este otoño. Una división cuyo cuartel general estará, como no puede ser de otra manera, en Francia. En cuanto a la otra división, tendrá una sede en el extranjero que aglutinará los sitios de producción de transmisiones y motores de gasolina e híbridos en España, Portugal, Turquía, Rumania y Latinoamérica.
En cuanto a la división eléctrica de Renault, el fabricante tiene intención de seguir siendo el accionista mayoritario. Una división que empleará a unas 10.000 personas e incluso se especula con la posibilidad de que salga a bolsa en la segunda mitad del próximo año.
Nissan descarta la propuesta de Renault
Geely es uno de los colosos de la industria automotriz. Esta compañía es propietaria de marcas tan importantes como Volvo, Lotus, Polestar y Lynk & Co. La entrada en escena de Geely permitirá a Renault disminuir el peso de la carga que supone seguir fabricando y desarrollando motores térmicos a medida que el vehículo eléctrico incrementa su protagonismo. La liberalización de fondos también será clave para aumentar los recursos que son destinados a la futura división de vehículos eléctricos.
En cuanto al papel que desempeñará la compañía petrolera en este acuerdo (si se materializa), se apunta al hidrógeno verde. El desarrollo de este combustible y la infraestructura requerida para hacer que los coches con pila de combustible de hidrógeno sean viables junto a los eléctricos con batería.