Científicos del CSIC desarrollan una batería con forma de planta que es capaz de producir electricidad imitando el ciclo natural de una planta. Además, está basada en papel y es biodegradable.
La batería biodegradable con forma de flor creada por el Instituto de Microelectronica de Barcelona (IBM-CNM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) tiene raíz, tallo y hojas.
Pero lo interesante de esta batería no es sólo su peculiar forma, sino que es capaz de producir electricidad imitando el ciclo de vida de las plantas a las que se asemeja. Este invento ha sido denominado FlowER Battery como abreviatura del inglés «Evaporation Flow Redox Battery».
«La baterÃa está basada en papel y materiales no tóxicos, por lo que no es perjudicial para la naturaleza»
«Esta baterÃa representa un nuevo hito en nuestra lÃnea de investigación, la cual propone un nuevo paradigma de baterÃas que siguen el ciclo de vida de los dispositivos que alimentan», explica el autor principal Juan Pablo Esquivel, actualmente investigador IKERBASQUE en el BCMaterials y en el IMB-CNM-CSIC al inicio del proyecto.
«En este caso, la hemos adaptado a un fin de vida biodegradable o compostable, muy adecuado para entornos agrÃcolas o forestales», amplÃa Esquivel.
Una batería sostenible
Según indica el informe del CSIC, la FlowER Battery es capaz de producir energía suficiente para alimentar sensores inalámbricos comerciales que puedan reportar parámetros relacionados con las necesidades del campo, como la luz, la humedad del suelo o la temperatura.
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«Durante el desarrollo de la baterÃa se ha priorizado la sostenibilidad, para crear una tecnologÃa disruptiva dentro de los lÃmites ecológicos del planeta y capaz de dar solución a las necesidades energéticas de los dispositivos electrónicos», indica Marina Navarro, del IMB-CNM y primera autora de la publicación sobre el proyecto en Energy & Environmental Science.
Los resultados forman parte del proyecto BIDEKO, financiado por la Agencia Estatal de Investigación (Ministerio de Ciencia e Innovación) y la Unión Europea con fondos Next Generation EU.
Fuente: CSIC / Fotos: CSIC